Protege a los niños de cambios de temperatura
Protege a los niños de cambios de temperatura
Llegó el otoño, y con él la época de cambios bruscos de temperatura. En un mismo día podemos pasar de una mañana fresca, a un día soleado y caluroso para que en cuestión de minutos comience a llover o soplar un viento frío. Esta variedad de climas detona gripes y resfriados, ¿cómo prevenir enfermedades y manejar la época de la mejor manera?
Controla la temperatura de tus espacios
Como primer punto debes saber que la temperatura óptima para las áreas de tu guardería es de 20 a 21 grados centígrados. Aunque puede parecer un poco frío, se ha comprobado que garantiza un ambiente cómodo, e incluso un sueño seguro para los niños.
Con la ayuda de un termómetro monitorea la temperatura de cada espacio en tu estancia infantil para mantener la temperatura perfecta. Hay muchas opciones disponibles en el mercado a precios económicos, incluso hay opciones que pueden ser programados y emitir alertas para avisar si la habitación está demasiado caliente o fría.
Considera que es común que en el comedor la temperatura se eleve bruscamente, con respecto al resto de la guardería o el exterior durante la preparación de los alimentos. Te sugerimos que antes de que los niños ingresen a esta área, ventiles el espacio abriendo las ventanas para volver a regular la temperatura.
En general, ventilar cada zona al interior te permitirá una mejor regulación y evitará que se acumule el frío o calor en espacios focalizados, manteniendo un clima regular por toda la guardería.
Prepara a los niños para el frío
Los bebés pierden la mayor parte de su calor de la cabeza, debido a que es desproporcionadamente grande para sus cuerpos. Esto se puede remediar fácilmente con el uso de gorros.
Además, para poder regular y controlar su temperatura corporal, a partir de esta temporada otoñal y durante el invierno, se sugiere vestirlos en varias capas finas, que atraparán el calor y lo mantendrán caliente.
Si el niño comienza a sentirse acalorado, se puede quitar una capa. Una buena indicación de que la habitación está demasiado caliente, sin usar el termómetro, es si está sudoroso. Retire una capa y revise después de un rato para ver si se han enfriado.
Actividades exteriores
El clima aún permite hacer actividades al aire libre, procura hacerlo cuando haya temperaturas templadas, sin llegar a ser calurosas, pues los pequeños comenzarán a sudar y el viento fresco que caracteriza esta temporada provocará que se enfermen.
Es importante que la temperatura entre el interior y el patio de juegos sea prácticamente la misma, para evitar transiciones bruscas.
Recuerda, los bebés y niños pequeños pueden perder calor rápidamente, hasta cuatro veces más rápido que los adultos. De ahí la importancia de controlar los microclimas en tu guardería.
Fuentes: stanfordchildrens.org / dreams.co.uk