¿Los niños felices se convertirán en adultos sanos?
¿Es cierto que criar niños felices los convierte en adultos sanos? La respuesta es sí.
Investigadores de la Universidad de Aix-Marseille en Francia, la Universidad de Chulalongkorn de Tailandia y la Escuela de Economía de París analizaron información sobre más de 10,000 personas nacidas en 1958 y 1970.
Para observar cómo las circunstancias de la infancia influyeron en la felicidad y la vida adulta futura de las personas, el estudio examinó primero la información sobre los antecedentes familiares, el bienestar, la capacidad cognitiva y la conducta durante la infancia y la adolescencia. Luego, se comparó con datos sobre su rendimiento académico, empleo, ingresos, comportamiento, salud y bienestar y estado de pareja, hasta los 50 años para los Baby Boomers y los 42 años para la Generación X.
Los hallazgos revelaron que para ambas generaciones, el bienestar emocional durante la niñez y la adolescencia tuvo el mayor impacto en la satisfacción con la vida futura. El vínculo entre la felicidad infantil y la satisfacción adulta se explica en parte por el hecho de que a los niños felices les suele ir bien en sus carreras y relaciones y experimentan una buena salud física y mental en la edad adulta.
Los niños felices tienen una ventaja inicial en su desarrollo en el aprendizaje y la socialización, con más probabilidades de perseverar en los desafíos y, a la larga, es más probable que termine sus estudios. Por el contrario, el trauma infantil puede limitar la felicidad y el bienestar de un niño, afectando la calidad de su salud física y mental.
Los padres positivos que pueden enseñar a los niños a ser felices son esenciales, al igual que los cuidadores de niños, los maestros y otros miembros de la familia pueden ser modelos a seguir y también pueden guiar o influir en los niños.
Entonces, si bien sabemos que un niño feliz puede convertirse en un adulto feliz, cómo ayudar a que esto suceda.
¿Cómo hacer feliz a un niño en la vida?
- En primer lugar, cumplir con la Jerarquía de Necesidades de Maslow. Todos necesitamos lo básico para prosperar. Cosas como casa, comida, ropa, seguridad, amor y la oportunidad de ser fiel a uno mismo representan una mezcla ideal para cultivar un niño feliz.
- Los niños también se sienten felices cuando tienen la oportunidad de desafiarse a sí mismos. Progresan y se desarrollan, cayendo y volviendo a levantarse, solo para volver a caer.
- ¿Cuántos padres realmente dedican el tiempo a enseñar a los niños cómo relacionarse con los demás? No se necesita mucho. Puedes comenzar animando a los niños a realizar pequeños actos de bondad para generar empatía.
- Enséñales a mirar el lado positivo. Los niños a los que se les enseña cómo pensar e interpretar el mundo de manera optimista, son la mitad de propensos a la depresión cuando pasan por la pubertad.
- La inteligencia emocional es una habilidad, no un rasgo innato. Pensar que los niños «naturalmente» llegarán a comprender sus propias emociones (y mucho menos las de los demás) no los prepara para el éxito. Ayudar a los niños a identificar lo que sienten y hacerles saber que esos sentimientos están bien, aunque el mal comportamiento no lo esté, los prepara para saber manejar positivamente cualquier emoción.
- Enseña autodisciplina, pues es un rasgo que predice el éxito futuro. Sí, es esa famosa prueba de malvavisco. Los niños que resistieron mejor la tentación tuvieron una vida mucho mejor años después y fueron más felices.
- Más tiempo de juego. Jugar no es solo perder el tiempo. Es esencial para ayudar a los niños a crecer y aprender.