Cuando los padres dejan a sus hijos en la guardería, esperan que estén seguros y cuidados. Esto solo es posible con las medidas adecuadas y la prevención pues las brechas de seguridad pueden permitir accidentalmente que personas no autorizadas ingresen a las instalaciones, poniendo a los niños en riesgo de secuestro o lesiones. Para asegurarte de que todos en tu guardería o estancia infantil estén seguros, te compartimos algunas recomendaciones.
Cámaras de seguridad
Un sistema de circuito cerrado permite volver atrás y revisar una situación si sucede algo, para determinar dónde se encuentra la falla. También hace posible que alguien encargado de la seguridad controle los diversos espacios en tiempo real, agregando un par de ojos adicionales para detectar posibles problemas. Como mínimo, las cámaras siempre deben apuntar a la entrada y a la propiedad, para que sea fácil detectar a personas no autorizadas.
Entrada electrónica
Muchas guarderías optan por un sistema de entrada sin llave como alternativa a las cerraduras tradicionales. Puedes usar este sistema para darles a los padres la libertad de ingresar al espacio con huellas dactilares o una aplicación de teléfono inteligente para evitar el acceso no autorizado.
Si te decides por esta opción, asegúrate de que el sistema se desactive automáticamente después del horario de operación, para que las personas con acceso no puedan entrar en momentos inapropiados.
En el caso de las cerraduras tradicionales, para las que los empleados tienen llaves, agrega un cerrojo adicional para usar fuera del horario laboral y para el que solo unas pocas personas tengan acceso.
Filtros de acceso
Independiente al tipo de entrada que tengas, debe de haber un filtro de acceso. Esto brindará entrada a los padres que olvidan sus credenciales, así como a posibles nuevos clientes. En este módulo debe de estar un miembro del personal que evalúe a los visitantes antes de brindarles acceso.
Sensores de entrada y salida
A medida que la gente va y viene a lo largo del día, tener alarmas monitoreadas en todas las puertas de entrada y salida ayudará a garantizar la seguridad de los niños. Nadie podrá entrar o salir silenciosamente por ninguna puerta o ventana, ya que sonará una alarma audible.
Alarmas de intrusión
Al igual que cualquier otro negocio, una guardería debe tener instaladas alarmas contra robos. Esto asegurará que nadie ingrese al edificio cuando esté cerrado, ya sea para robar algo, plantar una amenaza o hacer cualquier otra cosa.
Luces automatizadas y sensores perimetrales
Las luces automatizadas y sensores ubicados alrededor del inmueble como en las esquinas y la entrada, permiten identificar cualquier movimiento o presencia, sobre todo en horarios no habituales como al finalizar la jornada.
Cerco eléctrico
Evalúa qué tan seguras son las bardas perimetrales de tu guardería, qué tan altas son y si existe la posibilidad de ser escaladas para ingresar al inmueble. Toma en cuenta que hay períodos en los que las instalaciones se mantienen solas por varios días como durante las vacaciones y fines de semana largos, y tienes que proteger tu patrimonio de cualquier peligro de intrusión. Una solución son los cercos eléctricos.
Bardas perimetrales seguras
Las bardas y cercas que rodean el inmueble no solo sirven para protegerlo de posibles intrusos. También son una barrera visual para que los curiosos y personas con malas intenciones merodeen. Esto evita que cualquier extraño conozca el funcionamiento de la guardería, conozca a los niños y tenga acceso a cualquier tipo de información del interior.
Cuidar la seguridad de los niños así como el bienestar de tu patrimonio son claves para que tu guardería opere con tranquilidad para todos.