El autismo y la inclusión en la guardería
Apoyar a los niños con autismo en la primera infancia, que abarca desde el nacimiento hasta los ocho años de edad, puede empoderarlos para desarrollar habilidades vitales que durarán toda la vida.
El espectro autista o autismo, es un trastorno del desarrollo que afecta las habilidades sociales, el lenguaje y la comunicación, las sensibilidades sensoriales y los comportamientos rígidos o repetitivos. Además, cada niño puede presentarlo de manera diferente y por lo tanto, puede requerir diferentes apoyos.
Si bien el autismo es una afección de por vida, existen estrategias que pueden ayudar a desarrollar las habilidades de regulación de las emociones, la comunicación, las habilidades sociales y la independencia de un niño para que puedan alcanzar su máximo potencial.
Recuerda que juegas un papel importante en la vida de los niños y sus familias, pues las guarderías son un espacio vital para apoyar a los pequeños en el aprendizaje y nadie debe ser excluido.
Te compartimos algunos consejos que pueden ser útiles para que tu guardería o estancia infantil tenga un ambiente inclusivo.
- Divide las tareas en pasos sencillos
Los niños autistas pueden tener dificultades para planificar, organizar y completar tareas; esto se conoce como habilidades de funciones ejecutivas. Para ayudar a los niños con autismo en la primera infancia a planificar tareas, se recomienda dividir los pasos y no dar demasiada información a la vez. Hacer que el niño repita las instrucciones puede ayudar a saber que ha escuchado y entendido los pasos.
Enseñar las instrucciones con una canción es una buena idea, así el niño puede recordar qué debe hacer. Otra estrategia es usar listas de verificación con imágenes donde puedan verificar fácilmente el paso que están haciendo y marcar cuando lo completen.
- Tener áreas sensoriales bajas
La estimulación sensorial como luces brillantes, ruido constante o multitudes, pueden desencadenar una sensación de estar abrumado. También el “ruido visual” del aula, es decir, demasiados carteles o desorden pueden resultar agobiante.
Cuando un niño con autismo está abrumado, tendrá dificultades para aprender y podrá sentirse inseguro. Para contener esos momentos, será útil preparar un espacio en el salón de clases que pueda convertirse en una zona segura.
En este espacio, que puede ser al final del aula, trata de usar poca iluminación y coloca una manta pesada y audífonos para reducir el ruido. Es importante que los niños vean este espacio como un área de calma y no como castigo o aislamiento. La idea es que ellos mismos, al sentirse incómodos vayan a su espacio seguro.
- Ayúdalos a identificar sus emociones y comportamientos
Las emociones fuertes como estar enojado, frustrado o incluso demasiado emocionado pueden asustar a un niño autista si no comprende lo que le está sucediendo. Una técnica efectiva es observar su apariencia, identificar la emoción que está teniendo y darle una estrategia.
Por ejemplo, “Miguel, veo que estás enojado porque tienes los puños apretados y tu cara está roja. ¿Quieres practicar la respiración larga o tomar un descanso? Cuanto más practiques esto, más probable es que el niño comience a reconocer sus propias emociones y comience a decirte la estrategia que le gustaría usar.
- Usa imágenes
Las imágenes mejoran la comunicación y las habilidades verbales y pueden ser muy efectivas en la primera infancia para apoyar a los niños con autismo.
Por ejemplo, imágenes de entrenamiento para ir al baño se pueden usar para recordar a los niños cada paso, o imágenes de regulación de emociones para recordarles sus estrategias tranquilizadoras. Además, las imágenes en un salón de clases no solo ayudan a las personas con necesidades especiales, sino a todos.
- Tomar un descanso
Algunos niños autistas trabajan mejor cuando pueden hacer una pausa entre tareas y tomar algún tipo de descanso (caminar, estirarse o simplemente dejar de trabajar). Estos descansos pueden durar unos pocos minutos. Algunos necesitarán caminar de un lado a otro del pasillo, otros estarán bien si se les permite deambular por el salón de clases. Mantén flexibilidad.
Contener y apoyar a niños con alguna discapacidad es un trabajo en equipo. Entre otros padres, terapeutas y maestros hay una gran cantidad de conocimientos sobre diferentes estrategias y más opciones de soporte.
Puede ser un desafío interactuar con un niño autista, pero es una de las cosas más importantes que puedes hacer para ayudar a ese niño a aprender.