Cómo tener una guardería protegida de actos violentos

Como proveedor de cuidado infantil, eres legalmente responsable de los niños bajo tu cuidado. Si un niño es sustraído de tu guardería, incluso si lo hace un tutor o uno de sus padres sin autorización, es muy probable que se emprendan acciones legales. A pesar de que se determine que como proveedor no estás involucrado, deberás enfrentar los costos de tu defensa.

Como proveedor de un centro infantil, también eres responsable de cualquier daño a terceros ocasionado por un acto violento dentro de las instalaciones. Por ejemplo, tiroteos o agresiones físicas a tu personal.

Hace unos meses, se hizo noticia el caso de una pareja que atacó física y verbalmente a la maestra de su hijo en un kínder del Estado de México, por supuestas quejas y lesiones del menor. Los agresores fueron detenidos y procesados. En este caso, es responsabilidad del dueño del kínder responder por los gastos que represente la asistencia médica y recuperación física y psicológica de la maestra, pues el hecho de que los padres hayan ingresado y podido agredirla significa una falla en su sistema de seguridad y vigilancia.

La mejor defensa en un caso de cualquier acto violento, es demostrar que se tomaron todas las precauciones posibles para proteger el bienestar de los niños. Te compartimos algunas acciones de seguridad para guarderías.

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Las siguientes recomendaciones son opciones que como proveedor de cuidados infantiles puedes considerar.

Acceso por código o biométricos

Cada vez es más popular un sistema de ingreso en el que los padres pueden introducir un código o utilizar su huella digital para acceder. Muchos de estos sistemas realizan un seguimiento de la asistencia. Incluso se pueden utilizar para que el personal registre la entrada y la salida.

Los sistemas de seguridad con teclado son una excelente opción para las guarderías de gran capacidad. Cada familia o persona necesita tener un código único si no se utiliza el sistema de huellas dactilares. Si alguien tiene prohibido legalmente recoger a un niño, su código o huella digital se puede eliminar del sistema y simplemente no podrá pasar la puerta principal.

Sistema de seguridad de puerta cerrada

Un centro de cuidado infantil se puede asegurar simplemente cerrando todas las puertas desde el exterior y solicitando que el personal autorice a los padres para que entren al centro.

En este tipo de sistema se requiere que el edificio esté configurado para que los empleados puedan ver quién está solicitando acceso, es posible que sea necesario instalar una mirilla o una cámara.

Para los proveedores de cuidado infantil más pequeños, este tipo de sistema podría resultar beneficioso. Proporciona seguridad a un costo más razonable.

Sistema de alarma de puerta o timbre de seguridad

Otros centros pueden dejar la puerta de entrada abierta pero instalar un timbre que suene cada vez que alguien entra. Si bien alertan al personal sobre el hecho de que alguien ha ingresado, estos sistemas hacen poco para evitar que intrusos o padres hostiles obtengan acceso, por eso, en caso de recurrir a este sistema, deberás complementarlo con un segundo filtro de acceso, o diseñar el lobby aislado del acceso a los menores.

Asegurar otras entradas y espacios al aire libre

La mayoría de las guarderías tienen múltiples formas de entrada y salida. Las puertas que dan al patio de recreo o al patio trasero son comunes en guarderías. Estas puertas deben estar cerradas desde el exterior y solo se puede acceder a ellas con una llave que tengan acceso los miembros del personal. Sin embargo, para cumplir con los códigos contra incendios, las puertas nunca deben cerrarse desde dentro para que en caso de emergencia, las personas dentro del inmueble puedan salir. También, todas las ventanas necesitan cerraduras y deben permanecer cerradas.

Identifica áreas de riesgo

Las siguientes preguntas pueden ayudarte a evaluar la seguridad en tu guardería al identificar áreas de mejora:

  • ¿Quién tiene acceso al centro? ¿proveedores? ¿voluntarios? ¿solo padres y tutores?
  • ¿Cómo acceden los padres a la guardería?
  • ¿Cómo se evita que personas no autorizadas entren a las instalaciones?
  • ¿La puerta de entrada está cerrada con llave o asegurada de alguna manera?
  • ¿Las demás puertas de la guardería están cerradas desde afuera?
  • ¿Están aseguradas las ventanas?
  • ¿Alguna vez se dejan las puertas abiertas o sin seguro?
  • ¿Cuáles son las políticas y procedimientos de emergencia?
  • ¿Cómo se registra la entrada y salida de los niños?
  • ¿Ha habido algún incidente en el que una persona no autorizada haya obtenido acceso a las instalaciones? ¿Cómo se enfrentó y qué medidas se tomaron posteriormente?

Como complemento a cualquier administración de riesgos que implementes en tu guardería, contratar un seguro de RC y una cobertura de actos violentos debe ser parte de este plan de prevención. Estas pólizas te ayudan a enfrentar financieramente y legalmente cualquier situación de riesgo y daños a traseros que ocurra en tu centro infantil. Contáctanos para conocer los detalles.