Cómo hablar con los niños sobre el bullying
Algunos padres no saben por dónde empezar para proteger a sus hijos del acoso escolar y la violencia. Otros pueden no saber si sus hijos son víctimas, espectadores o incluso acosadores.
El bullying puede tener consecuencias dañinas para los niños. Además de los efectos físicos, los niños pueden experimentar problemas de salud mental y emocional, como depresión y ansiedad.
Ser acosado en la infancia puede tener efectos negativos duraderos. Ya sea que su hijo sea la víctima, el testigo o el culpable del acoso, es importante tener un diálogo abierto sobre los comportamientos dañinos y destructivos para prevenirlos.
Si bien las conversaciones sobre el acoso son necesarias, puede ser un desafío saber qué tan temprano debe presentarse el tema a los niños. Finalmente, el objetivo no es que los niños sientan miedo de ir a la escuela u otros lugares públicos donde puedan encontrarse con un acosador; pero, al mismo tiempo para enseñar a los niños a manejar el acoso, necesitan saber lo que significa.
Si te sientes abrumado acerca de cuándo y cómo hablar con un niño sobre el acoso escolar, esto es lo que necesitas saber sobre los conceptos básicos.
¿Qué es bullying?
De acuerdo con la iniciativa Prevent Bullying del Education Development Center, es una forma de abuso emocional o físico que tiene tres características definitorias.
- Intencional: un acosador tiene la intención de lastimar a alguien.
- Repetido: un acosador a menudo se dirige a la misma víctima constantemente.
- Desequilibrio de poder: un acosador seleccionará a las víctimas en función de quiénes perciba como vulnerables. Esto puede basarse en características sociales o físicas.
¿A qué edad comienza el bullying?
Según los expertos, puede aparecer por primera vez en la primera infancia, con niños de tan solo tres años que se involucran en conductas hirientes. En entornos de la primera infancia, como guarderías, preescolares, grupos de atención domiciliaria, grupos de juego y aulas de jardín de niños, la agresión y el acoso se desarrollan de manera específica según la edad.
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Los niños pequeños (de 2 a 4 años) pueden comenzar a usar comportamientos agresivos o de intimidación temprana para defender sus posesiones, territorio y amistades, mientras que los niños mayores (de 4 a 6 años) comienzan a usar comportamientos maliciosos y relacionados con la intimidación para amenazar o intimidar a otros niños.
El bullying puede ser un problema grave en el kínder o la escuela primaria, pues los niños todavía están aprendiendo a desarrollar sus habilidades sociales, regulación emocional y habilidades para resolver problemas durante este tiempo.
¿Cómo hablar con niños pequeños sobre el bullying?
Comienza explicándoles que la intimidación puede presentarse de muchas formas. Por ejemplo, cuando alguien se burla, insulta o amenaza repetidamente a otro niño para que se sienta avergonzado, es un acosador. Asegúrate de que tu hijo sepa que la intimidación también incluye lastimar físicamente a alguien.
Es recomendable que los padres mantengan la comunicación abierta preguntándoles a los niños qué consideran que es acoso, además de preguntas como: ¿Qué está pasando en la escuela? ¿Cómo son las cosas en el salón, ¿Qué hace en el recreo?
Los padres también pueden ayudar compartiendo estrategias saludables para responder a la intimidación, como alejarse de la situación y hablar con un adulto de confianza sobre lo que sucedió.
Una de las formas más importantes en que los padres pueden prevenir el acoso es animar a sus hijos a defender activamente a alguien que está siendo acosado. Cuando los niños son testigos de la intimidación y de que no se hace nada, reciben el mensaje de que se tolerará el comportamiento dañino y destructivo hacia otra persona.
Frenar el bullying es una responsabilidad que empieza en casa. Como padres, tomen parte activa en la solución de este problema que, tan solo de 2020 a 2021 afectó a 180,000 niños.