Cómo aumentar la inmunidad de tus hijos

Cómo aumentar la inmunidad de tus hijos

 

Ya sea que los niños comiencen un nuevo año escolar virtual o que regresen a un salón de clases, la inmunidad siempre es una gran preocupación para los padres a medida que se avecina la temporada de frío.

Recuerda que los niños necesitan ciertos nutrientes y vitaminas para ayudar a fortalecer su sistema inmunológico y ayudarlos a protegerse contra todos los gérmenes y virus que enfrentarán, ya sea en el aula o en casa.

De acuerdo con la nutrióloga Julia Zumpano, estas son las cosas que los niños deben comer para ayudar a recargar su sistema inmunológico.

1. Zinc, el eje de la inmunidad

Uno de los minerales más importantes que puede ayudar al sistema inmunológico de un niño es el zinc. Por lo general, se encuentra en alimentos a base de proteínas. Así que las carnes rojas y las aves son algunas opciones que deben estar en tu menú.

Los frijoles y las nueces también son una buena fuente de zinc, aunque los alimentos de origen animal aportan más mineral.

Según el Instituto Nacional de Salud, NIH, por sus siglas en inglés, la ingesta diaria recomendada de zinc para niños es:

  • Desde el nacimiento hasta los 6 meses: 2 mg
  • Lactantes de 7 a 12 meses: 3 mg
  • Niños de 1 a 3 años: 3 mg
  • Niños de 4 a 8 años: 5 mg
  • Niños de 9 a 13 años: 8 mg
  • Adolescentes de 14 a 18 años (niños): 11 mg
  • Adolescentes de 14 a 18 años (niñas): 9 mg

Pero ten cuidado; el NIH también señala que es posible tener demasiado zinc, lo que puede provocar náuseas, vómitos, pérdida del apetito, calambres estomacales, diarrea y dolores de cabeza. Evita pasar de la ingesta recomendada.

Por ejemplo cada 100 gramos de carne roja magra contiene 4.8 mg de zinc, el huevo contiene 1.3 mg, el hígado de res entre 5 y 6 mg por cada 100 gramos y los frutos secos contienen 5 mg por cada 100 gramos.

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2. Probióticos y prebióticos

Una buena fuente de probióticos ayuda a crear un mejor equilibrio entre las bacterias intestinales saludables y las no saludables.

Aunque los yogures son el principal alimento en el que pensamos cuando se trata de probióticos, tienen un bajo contenido de éstos y son altos en azúcares. Las mejores alternativas son alimentos fermentados como kéfir, chucrut y encurtidos. Además, el vinagre de sidra de manzana es una buena forma de incorporar los probióticos a la dieta.

Por su parte, los prebióticos son fibras vegetales que estimulan el crecimiento de bacterias buenas. Excelentes fuentes de prebióticos son los plátanos, jícama y los espárragos.

3. Nueces y semillas, un aliado lleno de energía

Las nueces, semillas de calabaza, semillas de cáñamo, semillas de chía y semillas de lino molidas proporcionan ácido alfa-linolénico (ALA), que es la forma vegetal de los ácidos grasos omega-3, que se ha demostrado que combaten enfermedades.

4. Frutas y vegetales

Las frutas y verduras proporcionan varios antioxidantes que protegen a las células de daños y enfermedades. Los alimentos ricos en antioxidantes incluyen los frutos rojos y las verduras como el brócoli y las de hoja verde como espinacas y acelgas.

5. La vitamina C

Es clave para aumentar la inmunidad y está disponible en frutas cítricas como naranjas, limones, limas y toronjas. Te invitamos a conocer estos 10 alimentos, no cítricos, son altos en vitamina C.