¿Por qué vacunar a los niños anualmente contra la influenza?
¿Sabías que cada año, se producen alrededor de mil millones de casos de gripe estacional en el mundo? De esa cifra, entre tres y cinco millones se vuelven casos de enfermedad grave de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud, OMS.
En México, tan solo durante la temporada 2022-2023 se registraron cerca de 10,000 casos confirmados y casi 300 fallecimientos. Siendo la población de mayor riesgo los niños menores de cinco años y los adultos mayores de 65 años.
¿La influenza es una gripe fuerte?
La influenza puede ser mucho peor que un resfriado fuerte. Es una infección respiratoria aguda causada por distintos virus de la influenza.
Los síntomas de la influenza incluyen:
- Aparición repentina de fiebre
- Tos (generalmente seca)
- Dolor de cabeza
- Dolor muscular y articular
- Malestar severo
- Dolor de garganta
- Flujo nasal
La mayoría de los niños se recuperan de la fiebre y otros síntomas en una semana. Sin embargo, la influenza puede causar enfermedades graves o la muerte, especialmente en menores de cinco años.
Además, la influenza puede empeorar los síntomas de otras enfermedades crónicas. En casos graves, puede provocar neumonía y sepsis.
Lee también: Cómo diferenciar gripe, resfriado y Covid-19
Transmisión
Se transmite fácilmente entre las personas cuando tosen o estornudan, por eso es un padecimiento muy común en la temporada invernal, cuando todos pasamos más tiempo en lugares cerrados. También se transmite a través de manos contaminadas. Para prevenir, es importante el uso de cubrebocas en la temporada invernal, así como enseñar a los niños más pequeños estornudar o toser cubriéndose con el brazo o con un pañuelo y lavarse las manos con regularidad.
Lee también: Consejos para mantener a los niños sanos durante el invierno
¿Por qué vacunar a los niños anualmente contra la influenza?
Los niños y bebés a partir de los seis meses deben recibir la vacuna contra la influenza todos los años. Esto se debe a que los tipos de virus de la influenza que circulan a menudo cambian de un año a otro. Además, la protección de una vacuna contra la influenza generalmente dura menos de un año.
Recuerda que año con año las vacunas se actualizan para combatir los nuevos virus de influenza. Antes de que inicie la temporada de influenza, los expertos recopilan información de todo el mundo para determinar qué virus tienen más probabilidades de circular para diseñar la vacuna que se aplicará cada temporada. Por eso es importante que año con año los niños reciban la vacuna correspondiente.
Muchos padres evitan la vacuna porque han escuchado que puede tener efectos secundarios graves. ¿Esto es cierto?
Es normal que los bebés y los niños estén un poco inquietos o incluso con fiebre durante uno o dos días después de la vacunación contra la influenza. Si bien estos efectos secundarios pueden parecerse a los de la gripe, son una señal de que el sistema inmunológico de los niños está respondiendo a la vacuna, que es exactamente lo que se supone que debe suceder. Además, la vacuna comienza a proteger después de aproximadamente dos semanas, por lo que si un niño contrajo el virus antes de ser vacunado (pero aún no se sentía enfermo), o en las dos semanas posteriores a la vacunación, podría parecer que la vacuna los enfermó.
Aproximadamente un niño de cada millón que recibe la vacuna contra la influenza tiene una reacción alérgica grave a uno de los ingredientes. Cualquier reacción suele ocurrir antes de salir de la clínica y el personal médico está capacitado para ayudar a los niños que tienen esta reacción a recuperarse rápidamente.
Beneficios de la vacunación
- Reduce la la gravedad de la enfermedad
- Puede salvar vidas
- Reduce el riesgo de hospitalización por influenza
- Previene complicaciones graves
Como proveedor de cuidados infantiles, debes fomentar entre todos los padres de familia la vacunación de sus pequeños.
La Secretaría de Salud inició la campaña de vacunación el 16 de octubre y estará disponible hasta el 15 de marzo de 2024. La vacuna contra la influenza está disponible en el sector público y es gratuita. Además, a partir de esta temporada 2023-2024 se aplicará en México una campaña de vacunación conjunta para proteger de la influenza y el covid-19 a aquellos niños que tengan padecimientos que puedan agravarse en caso de enfermar.
Recuerda que la prevención es la mejor arma para mantener tu guardería libre de contagios esta temporada invernal.
Enfermedades comunes de la temporada de frío
Aunque enfermedades como el resfriado y la gripe ocurren con mayor frecuencia durante los meses de invierno, las razones no siempre son sencillas. El frío por sí solo no causa enfermedad. Sin embargo, “cuando hace más frío, los niños tienden a pasar más tiempo juntos en el interior, están más cerca unos de otros, compartiendo el aire que podría estar contaminado con más gérmenes, infecciones y virus", explica Michael Lee, pediatra de Children's Health.
Además, algunos virus se incuban y contagian con más facilidad en el aire fresco y menos húmedo. También, si se interrumpen los hábitos alimentarios o de sueño habituales durante las vacaciones de invierno, el sistema inmunológico puede volverse más vulnerable y menos eficaz para combatir las infecciones.
Lee también. Cómo hidratar a los niños durante el invierno
Enfermedades comunes durante el invierno
-
Covid-19
Es una enfermedad respiratoria contagiosa que puede provocar una amplia gama de síntomas, como tos y fiebre. Los niños pueden contraerla en cualquier época del año, incluidos los meses de invierno. Con la propagación de variantes altamente contagiosas del Covid-19, es importante estar atento a los síntomas y tomar medidas para prevenir la infección.
No es posible distinguir entre Covid-19 y un resfriado o una infección de vías respiratorias sin realizar una prueba. Por eso, es mejor realizarla ante cualquier síntoma.
La mejor manera de prevenir este padecimiento es la vacunación, lavarse las manos con frecuencia, usar cubrebocas y evitar las multitudes.
-
Gripe
La gripe (influenza) es una infección de la nariz, garganta y pulmones. En general, es un virus respiratorio muy contagioso. Su aparición suele ser repentina y se asocia con los siguientes síntomas:
- Fiebre
- Tos
- Flujo nasal
- Congestión
- Dolores musculares
- Conjuntivitis leve
- Posible vómito y diarrea
Lee también: 3 enfermedades secundarias de la gripe
-
Resfriado común
Es una infección viral generalmente asociada con síntomas más leves; sin embargo, los niños pueden tener fiebre leve al comienzo de la enfermedad. Aunque los resfriados parecen ocurrir con más frecuencia durante los meses de invierno, pueden ocurrir durante todo el año. Muchos virus diferentes pueden causar un resfriado, que puede durar de cinco a 14 días.
Los síntomas de un resfriado común incluyen:
- Flujo nasal
- Congestión
- Tos
- Dolor de garganta
- Fiebre
Cuando un niño tiene resfriado común, es importante mantenerlo hidratado y asegúrese de que descanse lo suficiente.
-
Faringitis estreptocócica
Es una infección bacteriana contagiosa que es más común durante el otoño, el invierno y principios de la primavera.
Los síntomas pueden incluir:
- Dolor de garganta
- Dificultad al tragar
- Fiebre
- Dolor de estómago
- Dolor de cabeza
Existen posibles complicaciones de la faringitis estreptocócica, como absceso de garganta, absceso retrofaríngeo y, en raras ocasiones, fiebre reumática.
-
Infección de oído
Las infecciones de oído pueden ser dolorosas para los niños, especialmente por la noche. Casi todas las infecciones de oído que ocurren en los niños son infecciones bacterianas secundarias en el oído medio, que pueden seguir a una infección viral como un resfriado o una gripe.
Cómo evitar enfermarse en invierno
Niños y personal de la guardería deben tomar algunas medidas preventivas que ayuden a reducir el riesgo de enfermedades invernales.
- Lavado de manos con frecuencia.
- Mantenerse al día con las vacunas, incluida su vacuna anual contra la influenza.
- Comer alimentos saludables, ricos en vitamina C.
- Mantenerse hidratado.
- Recordarle a los niños la forma correcta de estornudar.
- Quedarse en casa ante cualquier síntoma, para evitar la propagación de gérmenes.
- Retomar el uso de cubrebocas por parte del personal al interior de la guardería.
Ahora que inicia la temporada de otoño e invierno, advierte a tu personal de estar muy atentos ante cualquier síntoma de los mencionados.
Si tus políticas de asistencia permiten que los niños con enfermedades invernales leves asistan a la guardería, recuerda a los padres que deben dar aviso de esta condición al personal de ingreso para tomar las medidas necesarias.
Prevención de enfermedades diarréicas en menores
La diarrea es una infección común en bebés y niños. Generalmente suele ser un padecimiento leve y breve. La diarrea “aguda” dura menos de 1 semana y no más de 14 días.
Se considera a un niño con diarrea si tiene más evacuaciones de lo normal y si las heces están menos formadas y más acuosas. Además, en ocasiones, los niños con diarrea tienen otros síntomas, como fiebre, pérdida de apetito, náuseas, vómitos y dolores de estómago.
Sin embargo, la diarrea puede ser peligrosa si no se maneja adecuadamente porque drena el agua y las sales del cuerpo. Los niños pueden deshidratarse aún más rápido si están vomitando. Si no se recupera la hidratación rápidamente, el niño debe recibir atención medica.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, las enfermedades diarreicas son la segunda causa de muerte de niños menores de cinco años y matan a 760,000 menores cada año en el mundo.
Afortunadamente una proporción significativa de las enfermedades diarreicas se puede prevenir mediante el acceso al agua potable y a servicios adecuados de saneamiento e higiene. Te compartimos algunas sugerencias que el Instituto Mexicano del Seguro Social hace para la prevención de las enfermedades intestinales.
Recomendaciones para la prevención de enfermedades diarreicas
- Lavarse las manos con agua y jabón antes de preparar los alimentos, antes de comer, después de ir al baño, y después de cambiar el pañal de algún niño.
- Evitar estornudar, toser o hablar frente a los alimentos.
- Usar cubrebocas durante la preparación de alimentos.
- Evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca al preparar los alimentos.
- Lava frecuentemente las manos de los niños con agua y jabón.
- Lavar o desinfectar periódicamente los juguetes.
- Vigilar que el esquema de vacunación de los niños esté al corriente, incluyendo la vacuna contra el rotavirus en los primeros 6 meses de edad.
- Utilizar agua purificada.
- Utilizar cuchillos diferentes para alimentos crudos y cocidos.
- Lavar y desinfectar las verduras y frutas antes de consumirlas.
- Cocinar correctamente los alimentos, sobre todo los pescados y mariscos.
- No dejar los alimentos cocidos a temperatura ambiente por más de 2 horas.
- En caso de utilizar leche no pasteurizada, hervirla antes de beberla.
- Limpiar los productos enlatados o que estén en frascos de vidrio, antes de abrirlos y consumirlos.
Recuerda que el lavado de manos es una de las medidas más efectivas en la prevención de enfermedades, sencilla y sin costo.
Primeros cuidados en caso de diarrea
Los niños con diarrea necesitan seguir bebiendo la cantidad adecuada de líquidos para evitar la deshidratación. Es importante ofrecer a los niños una variedad de líquidos con mayor frecuencia, además de los alimentos que come normalmente y evitar bebidas azucaradas como jugo de frutas o bebidas de frutas endulzadas y refresco. Estos no tienen las cantidades adecuadas de agua, sales y azúcar y pueden empeorar la diarrea. Se recomiendan alimentos blandos con carnes magras, frutas y verduras.
Además, se debe ofrecer suero oral. La recomendación de los especialistas indica que debe administrarse a cucharadas o mediante sorbos pequeños a libre demanda, cada vez que se presente diarrea o vómito. Es recomendable que se de media taza a menores de un año y una taza a los mayores de un año.
¿Cuándo debes llamar al médico?
Las recomendaciones anteriores te los compartimos como acciones ante los primeros signos de diarrea, pero siempre lo mejor es acudir con el médico para un mejor seguimientos, así como si existiera alguno de estos síntomas:
- El menor tiene menos de 6 meses de edad
- Tiene dolores de estómago que están empeorando
- Sus heces son con sangre o negras
- Vomita sangre
- Se niega a ingerir líquidos
- Tiene diarrea y fiebre
- Tiene signos de deshidratación (boca y lengua seca, llanto sin lágrimas, no mojar el pañal durante tres horas o no ir al baño, ojos y mejillas hundidos, zona blanda en la parte superior de la cabeza (fontanela) hundida.
Las vacunas que debe tener un niño de acuerdo a su edad
Si bien los bebés nacen con cierta inmunidad, aún no han desarrollado las defensas necesarias contra las enfermedades que previenen las vacunas. De ahí la importancia de vacunar a los niños a tiempo.
Hay muchos padres que piensan que un esquema de vacunación es demasiado agresivo para un bebé, pero deben saber que está cuidadosamente diseñado para brindar protección en el momento justo. Se basa en cómo responde el sistema inmunológico a las vacunas a distintas edades y en la probabilidad de que el bebé esté expuesto a una enfermedad en particular. Esto asegura que los pequeños estén protegidos de 14 enfermedades potencialmente graves en el momento exacto.
Pero, ¿quién analiza toda la investigación y los datos para saber qué momento y dosis son los mejores? Cientos de los mejores médicos, profesionales de la salud pública y científicos del país diseñan el esquema de vacunación para garantizar que sea seguro y efectivo.
Lee también: La importancia de un esquema de vacunación completo
Retrasar las vacunas podría dejar a los niños vulnerables a enfermedades y es más probable que tengan complicaciones graves.
Por ejemplo, para un adulto, la tos ferina puede significar una tos prolongada durante varias semanas, pero puede ser muy grave, incluso mortal, para bebés menores de un año sin la vacuna correspondiente.
Otra cosa importante a considerar es que pueden pasar semanas hasta que una vacuna ayude a su bebé a producir anticuerpos protectores que combaten enfermedades, y algunas vacunas requieren múltiples dosis para brindar la mejor protección o dosis adicionales para garantizar que el bebé esté protegido en caso de que la primera dosis no produzca suficientes anticuerpos.
La lactancia materna proporciona una importante protección a los niños contra algunas infecciones a medida que se desarrolla el sistema inmunitario. Sin embargo, la leche materna no protege a los niños contra todas las enfermedades.
Esquema de vacunación en México 2023
Te compartimos el programa de vacunación nacional actualizado, así como las enfermedades que cada vacuna protege.
Recién nacidos
- BCG, tuberculosis.
- Primera dosis de Hepatitis B.
Bebés de 2 meses
- Primera dosis de hexavalente acelular: difteria, tos ferina, tétanos, poliomielitis e infección por h. influenza B y segunda dosis de Hepatitis B.
- Primera dosis contra el rotavirus: diarrea por rotavirus.
- Primera dosis de neumocócica conjugada.
Bebés de 4 meses
- Segundas dosis de hexavalente.
Bebés de 6 meses
- Tercera dosis de hexavalente.
- Segunda dosis de rotavirus.
- Primera dosis de la vacuna contra la influenza.
Bebés de 7 meses
- Segunda dosis de influenza.
Vacunas para niños de 12 meses
- SRP: sarampión, rubéola y parotiditis.
- Tercera dosis de neumocócica conjugada.
Vacunas para niños de 18 meses
- Cuarta y última dosis de la vacuna hexavalente acelular.
Vacunas para niños de 4 años
- Refuerzo de la la DPT:difteria, tosferina y tétanos, que estaban incluidas en la hexavalente acelular.
- Refuerzo anual de la vacuna contra la influenza.
Vacunas para niños de 5 años
- Se recomienda aplicación anual de influenza.
- También es el límite de la OPV, polio oral, que se puede administrar de los 6 a los 5 años. Los padres deben de estar pendientes pues esta vacuna solo se aplica, anualmente, durante la Primera y Segunda Semana Nacional de Salud.
Vacunas para niños de 6 años
- Refuerzo de la SRP: sarampión, rubéola y parotiditis.
Recuerda, las vacunas no solo previenen enfermedades, sino que salvan vidas.
Meningitis: el brote en México, síntomas y prevención
El 1 de noviembre de 2022, se detectó el primer caso de meningitis en el estado de Durango, lo que se creía un caso aislado, sin embargo, el 25 de diciembre falleció la persona número 28 por infección de meningitis. Actualmente son 75 los casos confirmados y se calcula que más de 1,800 personas podrían estar infectadas, de acuerdo con la Secretaría de Salud del estado (SSD).
Dos meses después del primer caso, las autoridades han determinado que los casos están relacionados con procedimientos anestésicos utilizados en los hospitales de la localidad. Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, ha declarado que la meningitis que se ha dado en Durango es derivada del hongo fusarium solani a causa de un medicamento, por lo que no es un tipo de meningitis que se va a transmitir de persona a persona, como ocurre con la meningitis viral o aséptica.
Si eres padre o madre de un niño pequeño, la causa de este brote de meningitis en México puede dejarte tranquilo, pues no hay posibilidades de que haya una extensión de la enfermedad, sin embargo, es importante conocer más sobre esta enfermedad para estar alerta, pues es un padecimiento agresivo, que en muchas ocasiones provoca la muerte o discapacidades permanentes, como daño cerebral, pérdida auditiva o discapacidades del aprendizaje.
¿Qué es la meningitis?
La meningitis es una inflamación del líquido y las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal; entre sus principales signos y síntomas se encuentra la hinchazón, dolor de cabeza, fiebre y rigidez en el cuello.
El portal de salud Mayo Clinic, explica que en la mayoría de los casos este padecimiento es causado por una infección viral, así como infecciones bacterianas, parasitarias y micóticas. Ambos tipos de meningitis, la bacteriana y la viral, se contagian como la mayoría de las infecciones: una persona infectada toca, besa, tose o estornuda sobre otra persona que no estaba infectada y los síntomas aparecen entre 3 y 7 días después del contagio. Además, la meningitis bacteriana suele ser más grave que la viral.
Síntomas de la meningitis
- Fiebre alta repentina
- Rigidez en el cuello
- Dolor de cabeza intenso que parece diferente del usual
- Dolor de cabeza con náuseas o vómitos
- Confusión o dificultad para concentrarse
- Convulsiones
- Somnolencia o dificultad para caminar
- Sensibilidad a la luz
- Falta de apetito o sed
- Erupción cutánea (a veces, como en la meningitis meningocócica)
Síntomas de meningitis en bebés
- Llanto constante
- Somnolencia o irritabilidad excesivas
- Dificultad para despertar del sueño
- Inactividad
- No despertarse para comer
- Alimentación deficiente
- Vómitos
- Una protuberancia en el punto blando (fontanela) en la parte superior de la cabeza del bebé
- Rigidez en el cuerpo y el cuello
- ictericia (tonalidad amarillenta en la piel y el blanco de los ojos)
- Temperatura corporal más baja de lo normal
- Succión débil
Si percibes síntomas que te hacen sospechar que tu hijo podría tener meningitis, es importante que lo lleves al médico de inmediato para realizar los estudios pertinentes.
¿Cómo saber si es gripe, resfriado o Covid-19?
La temporada de frío está comenzando. Si estás al frente de una guardería o estancia infantil debes prepararte para saber reconocer si un niño presenta síntomas de gripe, resfriado o de covid-19.
Estas enfermedades son causadas por diferentes virus. Mientras que el Covid-19 es ocasionado por el coronavirus llamado SARS-CoV-2, la gripe se origina por un virus de influenza y el resfriado por un rinovirus. Sin embargo, estos padecimientos se propagan de manera similar: por contacto cercano con alguien enfermo y con más riesgo si esta convivencia se da en un lugar interior mal ventilado. Por ello, es importante saber que las medidas de prevención funcionan para todas:
- Lavarse las manos frecuentemente.
- Ventilar las habitaciones, durante las horas de actividades y al final del día, cuando los niños se han retirado.
- Si bien las autoridades ya han declarado que el uso de cubrebocas no es obligatorio, se recomienda mantener este hábito y mantener el distanciamiento físico.
Las diferencias que debes considerar
Los síntomas del Covid-19, de la gripe y el resfriado aparecen en diferentes momentos y tienen algunas diferencias. Los síntomas de Covid-19 generalmente aparecen de 2 a 14 días después de la exposición, mientras que los de la gripe y el resfriado generalmente entre 1 y 4 días después de la exposición.
Además, el Covid-19 parece ser contagioso durante más tiempo y propagarse más rápidamente. Con Covid-19, es más probable que se experimente pérdida del gusto y olfato.
Verificación de síntomas
Debido a estas similitudes, puede ser difícil diagnosticar qué afección tiene un niño basándose únicamente en sus síntomas. Considera que incluso podría tener más de una al mismo tiempo, por lo que la recomendación es realizar una prueba de Covid-19.
Apóyate de la siguiente tabla para un diagnóstico inicial, que te ayudará a tomar medidas oportunas.
Síntoma | Covid-19 | Gripe | Resfriado |
Dolor de cabeza | Normalmente | Normalmente | Poco frecuente |
Tos | Normalmente (seca) | Normalmente | Normalmente |
Dolor muscular | Normalmente | Normalmente | En ocasiones |
Cansancio | Normalmente | Normalmente | En ocasiones |
Estornudos | Poco frecuente | Normalmente | Normalmente |
Dolor de garganta | Normalmente | Normalmente | Normalmente |
Nariz congestionada | Normalmente | Normalmente | Normalmente |
Fiebre | Normalmente | Normalmente | En ocasiones |
Diarrea | En ocasiones | En ocasiones, sobre todo síntoma que aparece en menores | Nunca |
Náuseas o vómito | En ocasiones | En ocasiones, sobre todo síntoma que aparece en menores | Nunca |
Falta de aire o dificultad para respirar | Normalmente | Normalmente | Nunca |
Pérdida del gusto o del olfato | Normalmente | Poco frecuente | Poco frecuente |
Fuente: Mayo Clinic
Recuerda que algunos de los grupos con mayor riesgo de estos padecimientos son los niños pequeños y los bebés pues podrían presentar complicaciones. Tu labor como proveedor de servicio de cuidado infantil es mantener vigente tu protocolo de sanidad y prevención.
La importancia de tener el esquema de vacunación completo
Las vacunas infantiles pueden parecer abrumadoras cuando eres un padre primerizo. Y aunque a lo largo de los años las vacunas han generado cierta controversia sobre la seguridad, no se ha encontrado evidencia convincente de daño. Si bien los niños pueden tener una reacción a cualquier vacuna, lo importante es saber que los beneficios superan los posibles efectos secundarios.
¿Por qué generan reacción las vacunas? Una vacuna es una versión debilitada o parte del germen que causa la enfermedad en cuestión. Cuando los niños están expuestos a una enfermedad en forma de vacuna, su sistema inmunológico, que es la máquina de combatir los gérmenes del cuerpo, puede desarrollar anticuerpos que los protege de contraer la enfermedad si están expuestos a la enfermedad real, por ello aparecen síntomas como fiebre leve o malestar general.
En México, el programa de vacunación de la Secretaría de Salud es un beneficio gratuito, y se otorga en todas las instituciones públicas del Sector Salud. Las campañas de vacunación han traído grandes beneficios al país, pues las vacunas no solo protegen a los niños de enfermedades mortales, como la poliomielitis, el tétanos y la difteria, sino que también protegen a otros niños al eliminar o disminuir en gran medida las enfermedades peligrosas que solían transmitirse de un niño a otro.
Seguimiento de las vacunas
La mayoría de las vacunas de los niños se completan entre el nacimiento y los seis años. Muchas vacunas se administran más de una vez, a diferentes edades y en combinaciones. Esto significa que debes mantener un registro cuidadoso de las vacunas de tu hijo.
Aunque la mayoría de los padres e instituciones de salud hacen un buen trabajo al mantener al día el esquema de vacunación de los niños, de acuerdo con la organización civil Save the Children solamente 18.5% de los niños menores a un año cuentan con su esquema de vacunación completo, la cifra más baja registrada en los últimos 20 años.
La OMS destaca también la probabilidad de que hasta 17 millones de niños no recibieron ni una sola vacuna, ya sea por atención deficiente, entornos marginales o el acceso limitado a los servicios básicos de salud.
Entre los primeros cinco países en donde se ha registrado un mayor aumento del número de niños que no han recibido una primera dosis de la vacuna combinada contra la difteria, el tétanos y la tos ferina, se encuentran: India, Pakistán, Indonesia, Filipinas y México.
¿Qué hacer si a tu hijo le falta una vacuna?
A veces se pierde una vacuna cuando un niño está enfermo. No importa cuál sea el motivo, es importante recuperar las vacunas perdidas.
Si tu hijo no recibió una vacuna, no tienes que comenzar de nuevo el esquema de vacunación. Las vacunas anteriores siguen siendo válidas. Además, si por algún motivo tu hijo recibe dosis adicionales de una vacuna, esto tampoco es motivo de preocupación, solo toma en cuenta seguirá necesitando dosis futuras de acuerdo con el esquema de vacunación recomendado por la Secretaría de Salud.
Las vacunas son una de las formas más seguras y efectivas que tenemos para reducir la propagación de enfermedades infecciosas graves, han hecho que muchos padecimientos infantiles peligrosos sean erradicados en la actualidad.
Lo qué debes saber sobre la hepatitis aguda infantil
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha identificado hasta el 27 de mayo 650 casos de hepatitis aguda infantil en 33 países, detalló que 9 de los niños fallecieron y 38 necesitaron un trasplante de hígado. Además, tres cuartas partes de los casos se han dado en niños menores de 5 años.
¿Por qué es extraño este brote de hepatitis aguda?
Si bien la hepatitis no es un padecimiento desconocido, lo que ha encendido los focos de alerta en el mundo es el incremento significativo de casos que presentan complicaciones, y que aún no se sabe con certeza qué la contagia ni cómo y por lo que todavía no hay medidas específicas para frenarla.
María Wong Chew, jefa de la Subdivisión de Investigación Clínica de la Facultad de Medicina de la UNAM, explica en un texto publicado por la Gaceta UNAM que “los adenovirus son virus que normalmente circulan entre los humanos y causan durante todo el año, diversos padecimientos; como, infecciones respiratorias, gastrointestinales, de la vejiga (cistitis) y de los ojos (conjuntivitis).
Los adenovirus que invaden las vías respiratorias se transmiten por medio de las gotículas que son expulsadas a la hora en que una persona infectada tose o estornuda; en cambio, los gastroinenterales se transmiten por la vía fecal-oral, igual que las bacterias, los parásitos y otros virus que dan origen a múltiples infecciones gastrointestinales” .
Respecto a este brote de hepatitis aguda grave, la especialista añade que “en algunos casos de esta enfermedad sí se han identificado adenovirus”; sin embargo, en otros no. Por eso la Organización Mundial de la Salud (OMS) la ha denominado hepatitis aguda grave de etiología desconocida. Es decir, ninguno de los agentes virales habituales de la hepatitis A, B, C y E se ha encontrado infectando a los niños en el brote actual.
Actualmente se sigue investigando la asociación entre la infección por adenovirus y los casos actuales de hepatitis aguda. Además, se ha descartado que las complicaciones estén relacionadas con padecimiento previo de Covid-19 o por haber recibido la vacuna contra el SARS-CoV-2.
Mantente alerta de los síntomas
Por lo regular la hepatitis A, la más frecuente en niños es una infección benigna y la mayoría de las veces asintomática. Los infantes pueden presentar ictericia, es decir, una coloración amarilla en el cuerpo y los ojos y aunque experimentan malestar general y cansancio extremo, al cabo de unos días se sienten bien.
En los casos actuales, aunque dentro de los síntomas está la fatiga, malestar general, fiebre, ictericia, orina oscura y materia fecal grisácea, también pueden darse náuseas, vómitos y diarrea, algo que no se ve en otros tipos de hepatitis.
“Si un niño menor de 16 años se muestra cansado, apático, sin ganas de moverse o tiene ictericia, dolor abdominal, diarrea, náuseas y vómitos, debe ser llevado de inmediato al médico para que lo valore y le mande hacer una prueba de la función hepática”, recomienda la especialista de la UNAM Wong Chew.
Cómo proteger a los niños de la hepatitis aguda
Además de estar atento a los síntomas de la hepatitis, es importante tener algunas medidas de prevención y buenos hábitos de higiene.
- Lavarse las manos antes y después de preparar los alimentos y después de ir al baño o de cambiarle el pañal a un bebé.
- Cubrirse con un pañuelo desechable la nariz y la boca a la hora de toser o estornudar.
- No compartir alimentos, bebidas, cubiertos y platos.
- Limpiar y desinfectar perfectamente los juguetes y los objetos que manipulan los niños en las guarderías.
- Tomar agua filtrada, hervida o embotellada.
- Desinfectar o lavar las frutas y verduras crudas con agua y jabón.
- Comer alimentos cocidos.
- Tener completo el esquema de vacunación contra la hepatitis A y la hepatitis B.
Recuerda que el hígado es un órgano vital que procesa los nutrientes, filtra la sangre y combate las infecciones. Si está dañado o inflamado, distintas funciones pueden verse afectadas y desencadenar padecimientos fatales.
El Covid-19 nos enseñó la prevención y cómo mantenernos seguros de infecciones. Sigue las recomendaciones de los expertos y disminuye al máximo el riesgo de que los niños de tu guardería contraigan esta enfermedad.
Fortalece el sistema inmunológico de los niños
A medida que avanzamos hacia otro año escolar bajo la nube de la pandemia, muchos padres se preguntan qué pueden hacer para mantener saludables a sus hijos. ¿Existen formas de estimular el sistema inmunológico para prevenir el Covid-19 y otras enfermedades?
La respuesta es sí, pero no hay varitas mágicas ni suplementos mágicos. Esto es lo que puedes hacer para ayudar a mantener saludables a tus hijos en este regreso a las guarderías y escuelas.
- Dieta saludable
Por saludable nos referimos a una dieta con muchas frutas y verduras, se recomiendan cinco porciones al día y deben ocupar la mitad de cada plato de comida. Una dieta saludable también tiene cereales integrales, proteína magra, lácteos u otra fuente de calcio y grasas saludables, como los aceites vegetales.
Los alimentos que se deben evitar son los alimentos procesados, los alimentos con azúcar agregada y los alimentos como las grasas saturadas; por ejemplo, pizzas, papas fritas, galleras. Eso no significa que los niños nunca pueden comerlos, pero si quieres que tu hijo esté sano, no debe comer esos alimentos todos los días.
- Sueño suficiente
Todos necesitamos dormir para regenerar nuestro cuerpo y eso incluye a los niños. La cantidad de sueño que necesita un niño varía según la edad; de 12 a 16 horas al día para los bebés y de ocho a 10 horas para los adolescentes.
Para ayudar a los niños a tener un sueño reparador, restringe el uso de dispositivos una o dos horas antes de acostarse y establece un horario.
- Actividad física
El ejercicio nos mantiene saludables y menos propensos a enfermarnos. Los niños deben estar activos al menos una hora al día, esto no significa necesariamente practicar un deporte; podría ser simplemente jugar en el patio de recreo o salir al parque con la pelota, bicicleta o brincar la cuerda.
- Manejo del estrés
El estrés nos hace menos saludables y más propensos a las infecciones. Por eso, es importante que los niños tengan tiempo para jugar y acceso a actividades, personas que los hagan felices, pasen tiempo juntos como familia y creen oportunidades para que los niños hablen sobre cualquier cosa que les pueda preocupar.
Lee también: Consejos para aliviar el estrés en los niños
- Cuadro de vacunación completo
Consulta con el médico para ver si tu hijo está al día con las vacunas. Recuerda que la vacuna contra la influenza se recomienda anualmente para todos los niños a partir de los 6 meses de edad y será particularmente importante este año. No solo la combinación de influenza y Covid-19 es un poco aterradora, sino que cada síntoma de resfriado este invierno significa ausentarse de la escuela o el trabajo mientras espera los resultados de la prueba.
Todos en la familia pueden tomar precauciones simples para ayudar a mantenerse saludables. El lavado de manos constante, cubrirse con el codo al toser y estornudar, mantenerse alejado de las personas enfermas en la medida de lo posible y el uso de cubrebocas, especialmente en espacios interiores, son prácticas que no debemos dejar de realizar.
Fuente: Harvard Medical School
Consejos para mantener a los niños sanos durante el invierno
Consejos para mantener sanos a los niños durante el invierno
El invierno está aquí y con él las heladas, las bajas temperaturas en las mañanas y las noches acompañadas de vientos fríos, son factores importantes que influyen en la salud de los pequeños. Sigue estos consejos para prevenir enfermedades invernales en los niños.
- El sueño es esencial para un sistema inmunológico saludable, pues permite que el cuerpo se cure y se repare.
Los bebés menores de 1 año requieren de 12 a 18 horas por día.
Los niños pequeños de 1 a 3 años necesitan entre 12 y 14 horas cada noche.
Los niños en edad preescolar entre 3 y 5 años requieren de 11 a 13 horas por noche.
- Procura que los niños se laven las manos frecuentemente y se cubran la boca cuando estornuden.
- Cómprale a tu hijo un cepillo de dientes nuevo al comienzo del invierno y reemplázalo si se enferma.
- Trata de limitar su ingesta de azúcar a solo una pequeña golosina por día. ¡Demasiada azúcar puede inhibir su sistema inmunológico!
Lee también: Qué alimentos son ideales para el invierno
- Mantén al mínimo la exposición al frío de los bebes y los niños ya que no tienen la misma tolerancia al frío como los adultos. Es importante limitar el tiempo al aire libre. Recuerda que los niños pierden calor corporal con rapidez, especialmente los niños muy pequeños. Vigila a tu hijo con frecuencia cuando juega al aire libre. Reemplaza la ropa mojada por otra cálida y seca.
- La hidratación es importante. Es posible que no sienta tanta sed en el clima frío, pero eso puede aumentar su riesgo de deshidratación. El agua ayuda al cuerpo a transportar nutrientes a las células y eliminar las toxinas. Hidrátalos con bebidas calientes o sopas de verduras.
Lee también. La importancia de la hidratación durante el invierno
- Vacúnalos contra la influenza. Recuerda que la Secretaría de Salud recomienda vacunar a los niños de manera anual, a partir de los 6 meses de vida.
- En esta temporada, vístelos en capas para protegerlos del frío. Comienza con una capa inferior hecha de nailon o seda que absorbe la humedad, evita el algodón, pues es un material que se mantiene mojado. Asegúrate de que usen gorro, guantes, bufanda, calcetines y botas.
- Protege a tus hijos de los rayos solares con protector solar y bálsamo labial.
Fuente: Seattle Children’s Hospital