Consejos para preparar un plan de emergencia sísmica en tu guardería
La alta sismicidad en México se debe a que nuestro país se encuentra en el llamado Anillo de Fuego, la zona más activa del planeta en cuanto a sismos. Los estados con mayor sismicidad son Jalisco, Colima, Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas. Esta vulnerabilidad vuelve importante tener un plan de emergencia en caso de sismo tanto en casa como en escuelas y guarderías.
Si bien hay reglas y regulaciones para las escuelas y las guarderías sobre la preparación para la seguridad en situaciones diferentes que dicta Protección Civil como, contar con una ruta de evacuación, señaléticas y algunos otros lineamientos en cuanto a la infraestructura, hay prácticas adicionales de prevención que te ayudarán a manejar mejor una situación de emergencia.
Según los estándares de seguridad del IMSS, los niños menores de 12 meses o que aún no consolidan la marcha no deben participar en algunos de los ejercicios de simulacro. Esto se hace con el fin de evitar accidentes, especialmente por alguna caída, ya que para evacuar la guardería el personal lleva en brazos uno o dos niños y sale, a veces bajando escaleras. La práctica entre los niños de esa edad es escuchar la alarma y permanecer tranquilos.
Por su parte, los adultos que los cuidan deben practicar. Por eso, en 18 de los 24 simulacros que cada guardería debe realizar al año, el personal de las guarderías debe realizar la evacuación del inmueble con monitores, que son muñecos con el peso, la talla y la forma de los niños menores a 12 meses o que aún no consolidan la marcha.
La guardería debe planear todos los simulacros y determinar, previamente, dónde colocará a los muñecos y dónde a los niños. Por ejemplo, los monitores en las periqueras y los niños en las cunas. De esa forma, para el momento del simulacro, los muñecos ya estarán colocados en el sitio previsto, en espera de que suene la alarma a la hora definida.
En algunas entidades es probable que la autoridad de protección civil local solicite que en todos los simulacros participe toda la población de la guardería, incluidos los niños menores de 12 meses o que aún no consolidan la marcha. En ese caso, la guardería debe solicitar a dicha autoridad que recomiende medidas adicionales para mitigar el riesgo de la participación de los niños más pequeños, en situación de mayor vulnerabilidad.
Elabora tu plan de contingencia sísmica
Estas prácticas ayudan al personal y a los niños a saber lo que se debe hacer en ciertas circunstancias. Además, si estas medidas se realizan de forma rutinaria, se convierte en algo automático, por lo cual habrá menor confusión durante una emergencia.
Resumiento lo anterior, estas son algunas prácticas que debes de realizar al elaborar tu plan de contingencia sísmica:
- Prácticas de evacuación. Realizar simulacros te permite corroborar que el personal y los niños se puedan mover a un lugar seguro en cualquiera de los numerosos escenarios, incluyendo incendios.
- Prácticas de refugio. Definir cuáles son las áreas para proteger a los niños de posibles materiales peligrosos, por ejemplo, lejos de lugares donde pueda haber fugas de gas.
- Todas las guarderías son diferentes, por eso hacer un análisis particular de los riesgos de tu inmueble te dará la pauta para ejecutar mejoras y tener las herramientas necesarias que te ayuden en caso de emergencia. Por ejemplo, tener muebles y libreros fijos a la pared, barandales en buen estado, pisos antideslizantes, lámparas correctamente instaladas que no representen riesgo de desprendimiento ante un sismo, entre otras.
El plan debe ser lo más detallado posible y responder preguntas como:¿Quién es el asignado para ayudar a cada grupo de infantes? ¿En qué consiste esa ayuda? ¿Es seguro el plan para todos los involucrados?
Una vez resuelto esto, también planea lo que pudiera pasar. Preguntas como, ¿qué pasa si el maestro o el personal asignado de cierto grupo está ausente? La planificación para lo que pudiera pasar ayuda a que todos se sientan preparados y confiados con la situación.
Como parte de un plan de emergencia, también está preparar a los niños. Por ejemplo, todos los niños reaccionan al sonido irritante y estridente de una alarma sísmica. Sin embargo, algunos niños con discapacidades pueden tener reacciones extremas con este sonido. Realizar simulacros ayuda a que los niños se acostumbren al sonido para que no reaccionen de forma exagerada en caso de una emergencia real que los ponga en peligro
Otro tema que debes revisar es la movilidad de los niños. Si alguien usa silla de ruedas o no sería capaz de salir rápidamente de un edificio por su cuenta, asegúrate de que la escuela tenga áreas seguras dentro del inmueble. Esto incluiría el salón de juegos o una sala de terapia.
Tener y ejecutar un plan de emergencia no se trata de vivir en la angustia o que los niños estén temerosos todo el tiempo. Como líder de un centro infantil debes promover la prevención como la mejor herramienta para disminuir riesgos.
Fuente: parentcompanion.org, IMSS
Cómo prevenir los accidentes más comunes de la infancia
Los accidentes son una de las principales causas de muerte, lesiones graves y discapacidad adquirida de los niños. De acuerdo con el Centro Nacional para la Salud de la Infancia y Adolescencia, los accidentes más frecuentes entre los niños menores de 10 años son las caídas, quemaduras, heridas, intoxicaciones y ahogamiento. Muchos de estos pueden prevenirse; es solo que, por su naturaleza, a menudo surgen de la nada, cuando estamos menos preparados para ellos.
Hay razones para esto. Los cambios repentinos en el desarrollo de un niño. Por ejemplo, los bebés que comienzan a gatear o a levantarse pueden tomar por sorpresa a los cuidadores.
Aquí hay una selección de sugerencias y consejos de Child Accident Prevention Trust para mantenerse un paso adelante de la curiosidad de los niños en crecimiento.
Quemaduras y escaldaduras
En México, cada año cerca de 13 mil personas sufren algún tipo de quemaduras, de las cuales más de 1,000 son niños. Además, 9 de cada 10 casos de quemaduras en infantes son por escaldaduras, es decir, por líquidos calientes como el agua, aceite y alimentos preparados. El resto son ocasionadas por fuego directo, descargas eléctricas o por contacto con químicos. Las zonas más afectadas son la cara, manos y antebrazos.
- Deja las bebidas calientes lejos del alcance; no confíes en que los niños pequeños entiendan que no deben tocar.
- Deja las bebidas calientes antes de cargar a un niño y evita pasar bebidas calientes sobre la cabeza de los niños.
Caídas
Las caídas por escaleras, sillas altas o ventanas, incluso en la planta baja, pueden dañar el cerebro y el cuerpo de bebés y niños.
- Ata a los bebés y niños pequeños en su silla cada vez que la usen.
- Mantén una mano libre para agarrarte cuando subas o bajes escaleras con bebés o niños.
- Ten cuidado de no colocar muebles frente a las ventanas para que los niños no puedan trepar.
- No dejes a un bebé solo en una superficie elevada, ni siquiera por un minuto.
Envenenamiento
Algunos niños de entre 3 y 4 años ya saben y pueden abrir las tapas de seguridad en segundos.
- Los analgésicos y los medicamentos de uso diario son la forma más común de envenenamiento de los niños pequeños, así que mantenlos fuera del alcance y de la vista, en una alacena o mueble alto que se pueda cerrar con llave.
- Los líquidos pueden ser muy atractivos para los bebés y los niños pequeños, pero pueden ser dañinos si se tragan, así que mantén bajo llave cualquier sustancia tóxica.
Asfixia y estrangulamiento
La asfixia puede ser silenciosa. Los bebés pueden atragantarse con líquidos si se les deja sin vigilancia con un biberón.
- Corta la comida en trozos pequeños y vigila que los niños se sienten quietos mientras comen.
- No se debe acostar a los bebés con un biberón ni ponerlos a dormir con uno.
El estrangulamiento con las cuerdas de las persianas y cortinas es un riesgo común, así que ata las cuerdas y las cadenas de las persianas de modo que no queden al alcance de los niños.
Una parte importante de la prevención de accidentes en una guardería es realizar recorridos por cada espacio. Tómate el tiempo de visitar cada espacio durante los horarios de opreración para observar cómo es el día a día, incluso te sugerimos agacharte a la altura que andan los niños o gatear para que puedas detectar riesgos, áreas en mal estado y malos procesos.
La importancia de realizar constantes evaluaciones de riesgos
La evaluación de riesgos es una excelente estrategia de prevención que te ayuda a disminuir accidentes y lesiones mediante la identificación de posibles peligros.
En otros textos te hemos explicado cómo la identificación de riesgos en tu guardería es parte importante de la prevención, pero esto no debe quedarse en esa única evaluación, que generalmente se realiza cuando es la apertura de un centro de cuidado infantil o al contratar una póliza de RC. Hacer observaciones continuas también es parte de la administración de riesgos y una pieza clave.
¿A qué nos referimos con estas evaluaciones constantes? No hay nada mejor que identificar algún riesgo que estar en los espacios, usarlos y observarlos. Por eso, para esta tarea de continuidad es importante que todo el personal que forma parte de la guardería o estancia infantil se involucre. Desde nanas, personal del filtro de entrada y salida, cocineros, personal de limpieza y de seguridad. Fomenta en ellos esta atención plena en los espacios, organiza reuniones periódicas para platicar hallazgos y dar seguimiento a los reportados
Al tener tantos ojos atentos al entorno se pueden ubicar posibles áreas de oportunidad. Todos deben ser conscientes de cualquier peligro en el entorno de trabajo para minimizar o prevenir accidentes y lesiones. Toma en cuenta que las evaluaciones no tienen que centrarse en los espacios cerrados, es importante observar las áreas exteriores como patios de juego, chapoteadero, arenero e incluso la zona de recepción de los niños.
Estas son las áreas y momentos en los que te sugerimos mantener evaluaciones de riesgos continuas:
- La llegada y salida de los niños.
- Ir al baño.
- Jugar al aire libre.
- El área interior en general.
- Lavado de manos y dientes.
- Hora del comedor.
- Juegos con agua y arena.
- Bebés/niños con necesidades especiales.
- Miembros del personal embarazadas.
El objetivo de estas evaluaciones es que los riesgos se controlen y revisen con regularidad, ya que pueden ocurrir cambios, por ejemplo, nuevos equipos en la guardería, tal vez el cambio de sala de ciertos grupos o la llegada de nuevo material didáctico.
- Peligros.
- Identificar quién está en peligro de ser herido.
- Identificar el nivel de riesgo.
- Qué acción se requiere para minimizar el riesgo.
- Registrar los hallazgos.
Con esto, puedes dar un seguimiento puntual y ampliar los hallazgos de una primera evaluación que hubieras realizado en tu centro infantil.
Recuerda que en tema de prevención de riesgos nunca es suficiente.
Cómo prevenir la asfixia infantil
La asfixia es la cuarta causa principal de muerte no intencional en niños menores de 5 años.
De acuerdo con Fernando Pérez Galaz, cirujano gastroenterólogo del Centro Médico ABC, “la edad más frecuente para atragantamiento infantil es en la etapa de infante del primer al cuarto año de edad y es más frecuentes en varones”.
Cuidados preventivos
Los juguetes, los artículos para el hogar y los alimentos pueden representar un peligro de ahogamiento.
Si bien los fabricantes de juguetes etiquetan los productos para prevenir y algunos fabricantes de alimentos etiquetan voluntariamente sus productos alimenticios como que representan un riesgo potencial de asfixia, cualquier alimento puede presentar un riesgo. Siempre debes respetar los productos para cada límite de edad y evitar los juguetes con piezas pequeñas.
Pérez Galaz explica que hay que evitar alimentos redondos y firmes en niños menores de 4 años. “Evitar comidas con cáscaras duras como nueces o cacahuates, manzanas, apio, granos de maíz y en general, evitar distracciones. No se debe dejar a un niño comiendo solo”.
El tamaño de la tráquea o el tubo de respiración de un niño pequeño es aproximadamente del tamaño de un popote. ¡Imagínate un trozo de palomitas alojado en esta pequeña área!
Cuidados en el comedor para disminuir los riesgos de asfixia infantil
- Los niños deben sentarse erguidos al comer, deben tener una cantidad suficiente de dientes y la capacidad muscular y de desarrollo necesaria para masticar y tragar los alimentos que les sirvan. Recuerda, no todos los niños estarán en el mismo nivel de desarrollo. Aquellos con necesidades especiales son especialmente vulnerables a los riesgos de asfixia.
- Los niños deben tener una comida o colación tranquilos y sin prisas.
- Los niños no deben comer cuando caminan o juegan.
- Corta los alimentos en trozos pequeños, quitando las semillas y los huesos.
- Cocina al vapor las verduras para suavizar su textura.
- Ofrece líquidos a los niños cuando comen, pero no al mismo tiempo, sino entre bocados.
Alimentos y objetos peligrosos en casa
- Salchichas, especialmente cortadas en rodajas, carnes y pescado con espinas.
- Palomitas de maíz y papas fritas.
- Alimentos que podrían adaptarse a la forma y el tamaño de la tráquea como las uvas, zanahorias baby, apio y cerezas.
- Dulces, sobre todo las gomitas, pastillas para la tos, chicles y bombones.
- Frutas con piel.
- Frutas secas, incluidos los cacahuates.
- Crema de cacahuate, especialmente en cucharadas o con pan blanco.
- Cubitos de hielo y cubos de queso.
- Alimentos que se aglomeran, son pegajosos o resbaladizos, o secos y de textura dura.
Artículos para el hogar y juguetes que debes evitar
Los bebés y los niños pequeños se llevan las cosas a la boca de forma natural. Cuando comienzan a gatear, los objetos pequeños que normalmente no notarías son objetivos clave para que se atraganten. Para garantizar un entorno seguro, tenga cuidado con estos objetos o similares:
- Globos
- Monedas
- Canicas
- Juguetes con piezas pequeñas
- Pelotas pequeñas
- Tapas de plumas o marcadores
- Pilas tipo botón
- Jeringas para medicamentos
- Tornillos
- Anillos y aretes
- Gomas de borrar
- Grapas
- Figuras diminutas y adornos
Recuerda, la mejor acción es ser consciente de todos los peligros y prevenirlos. Toma nota de estas recomendaciones y disminuye tus riesgos.
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¿Sabías que cerca del 90% de los niños que mueren por atragantamiento tienen menos de cuatro años? Esto es porque sus vías respiratorias son pequeñas y fácilmente pueden quedar bloqueadas. Casi cualquier alimento puede causarles atragantamientos. Además, todavía están aprendiendo cómo masticar y con frecuencia se tragan los alimentos enteros.
Sigue estas sugerencias que te ayudarán a disminuir al máximo este riesgo es tu estancia infantil.
Los alimentos más peligrosos para niños
Son aquellos con forma redonda, tubular, pequeños, duros, gruesos y pegajosos, lisos, resbalosos, que puedan resbalar fácilmente a su garganta antes de ser masticados; o fácilmente moldeados para adherirse a las vías respiratorias.
Estos alimentos son:
- Uvas
- Cerezas
- Bolitas de cualquier fruta
- Jitomate cereza
- Trozos enteros de fruta enlatada
- Salchichas
- Palitos de queso
- Queso Oaxaca
- Cacahuate
- Nueces
- Frijoles
- Trozos pequeños de verduras crudas
- Granos de maíz enteros
- Trozos grandes de carne
- Pescado con huesos
- Bombones
- Golosinas o gomitas duras o redondas
- Palomitas de maíz
Recomendaciones para cocinar alimentos seguros
Los alimentos deben servirse en tamaños, formas y texturas adecuados. Evita porciones que sean del ancho de una moneda de un peso, lo cual es aproximadamente el tamaño de la garganta de un niño pequeño.
No necesariamente tienes que modificar el menú que usualmente preparas, sigue estos consejos para hacer que los alimentos sean opciones seguras.
- Corta los alimentos blandos en rebanadas. Los alimentos como salchichas, zanahorias, apio o dedos de queso, puedes servirlos en tiras cortas en lugar de trozos redondos.
- Muele la carne, el pollo y otros alimentos duros.
- Quita las semillas y cáscaras de las frutas.
- Corta las uvas, cerezas, por la mitad, y luego en trozos más pequeños.
- Ralla o rebane finamente los quesos.
- Unta la crema de cacahuate en las galletas. Evita las cremas con trozos de cacahuate u otras semillas.
Es importante que siempre que los niños estén comiendo haya supervisión.
Evita que durante la comida los niños se distraigan, rían, platiquen o quieran levantarse bruscamente a jugar.
Las comidas deben realizarse en un lugar tranquilo lejos del ruido y de las distracciones, tales como el televisor, la música alta y las actividades.
Recuerda la importancia de enseñar a los niños a comer despacio y a masticar completamente antes de tragar.
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