Alimentación segura y sana en niños de 0 a 12 años
Se estima que la desnutrición está asociada con 2.7 millones de muertes infantiles al año, es decir, 45% de todas las muertes infantiles. La alimentación del lactante y del niño pequeño es un área clave para mejorar la supervivencia infantil y promover un crecimiento y desarrollo saludables. Los primeros dos años de vida de un niño son particularmente importantes, ya que una nutrición óptima durante este período reduce la morbilidad y la mortalidad, reduce el riesgo de enfermedades crónicas y fomenta un mejor desarrollo en general.
La lactancia materna óptima es tan importante que podría salvar la vida de más de 820,000 niños menores de 5 años cada año.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF, estas son algunas recomendaciones para una alimentación sana en la primera infancia:
- Inicio temprano de la lactancia materna dentro de la primera hora del nacimiento, pues esto protege al recién nacido de contraer infecciones y reduce la mortalidad neonatal.
- Lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de vida.
- Introducción de alimentos complementarios, adecuados y seguros a los seis meses junto con la continuación de la lactancia materna hasta los dos años de edad.
- La leche materna es una fuente importante de energía y nutrientes. Puede proporcionar la mitad o más de las necesidades energéticas de un niño entre las edades de 6 y 12 meses, y un tercio de las necesidades energéticas entre los 12 y los 24 meses.
- La leche materna también es una fuente crítica de energía y nutrientes durante la enfermedad y reduce la mortalidad entre los niños que están desnutridos.
Cómo debe de ser la alimentación complementaria
Alrededor de los seis meses de edad, las necesidades de energía y nutrientes de un bebé comienzan a exceder lo que proporciona la leche materna, y los alimentos complementarios son necesarios para satisfacer esas necesidades.
Un bebé de esta edad también está listo para recibir otros alimentos desde el punto de vista del desarrollo. De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social, IMSS, esta es la guía para una alimentación complementaria segura:
- Iniciar con un alimento nuevo a la vez para observar su tolerancia.
- Cuando ofrezcas al bebé un alimento nuevo hazlo durante tres días consecutivos y procura que sea antes que aquellos que ya consume.
- Utiliza solo alimentos frescos, preferentemente de temporada y de consumo habitual en la localidad.
- Iniciar con el consumo de verduras y posteriormente continuar con frutas.
- Ofrecer al bebé purés. Posteriormente alimentos picados finamente.
- Proporciona los alimentos en su forma natural no agregues sal, azúcar o algún otro condimento.
- Continúa con la lactancia materna. Te recomendamos leer esta nota sobre el Manejo adecuado del lactario.
- En este rango de edad no proporciones leche entera de vaca o lácteos.
- Si el bebé rechaza algún alimento no lo obligues a comer, ofrécelo después.
Cuando un bebé llega a los seis meses, su rápido crecimiento y desarrollo requieren más energía y nutrientes de los que la leche materna por sí sola puede proporcionar. De ahí la importancia de seguir las recomendaciones de alimentación del IMSS para satisfacer las necesidades de los pequeños.
La alimentación adecuada en una guardería
La alimentación adecuada en una guardería
Podría parecer obvio cómo alimentar a un niño, pero se pueden cometer errores en cuanto a las porciones o el equilibrio correcto entre grupos de alimentos.
En cuanto a la alimentación del bebé, la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), es la de la lactancia materna exclusiva hasta que el pequeño cumpla los seis meses. A partir de esa edad se comenzará con la introducción de la alimentación complementaria dejando la leche como su alimento principal. Por norma general se comienza con las frutas para seguir con las verduras y luego las carnes magras.
Cuando el bebé cumple su primer año de vida ya puede comer de todo, salvo los frutos secos que se podrán dar a partir de los 3 años por riesgo de atragantamiento.
¿Qué porciones son correctas para niños?
De acuerdo con la UNICEF, a nivel mundial, al menos uno de cada tres niños menores de cinco años no crece de manera adecuada porque sufre malnutrición o sobrepeso y al menos uno de cada dos niños menores de cinco años en el mundo sufre de hambre oculta, es decir, falta de vitaminas y otros nutrientes esenciales.
No solo eso, el sobrepeso y la obesidad están en aumento. Entre 2000 y 2016, la proporción de niños con sobrepeso de 5 a 19 años aumentó del 10% a casi el 20% debido a las prácticas de alimentación deficientes que provocan malnutrición en la primera infancia.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud,OMS, México puede ser considerado como un país mayormente mal nutrido, ocupa el primer lugar en obesidad infantil. Al menos 1 de cada 20 niños menores de 5 años padece obesidad, lo que favorece el sobrepeso durante el resto de su vida y los pone en riesgo de sufrir enfermedades circulatorias, del corazón y de los riñones, diabetes, entre otras.
De ahí la importancia de una alimentación balanceada y porciones adecuadas a cada edad. Los expertos señalan esta ingesta calórica por grupo de edad:
Bebés de 1 año. 900 kilocalorías. Si el bebé ya camina y gatea muy activamente, es probable que sus necesidades sean mayores, hasta 100-250 kilocalorías más.
Niños de 2 a 3 años. 1000 kilocalorías. Puede ser necesario aumentar hasta 200 kilocalorías esta recomendación en función de que el niño realice una actividad física leve.
Niños de 4 a 8 años. 1200-1400 kilocalorías diarias suelen ser la media, pudiendo necesitar entre 200 y 400 más en función de la actividad física.
Qué debes verificar en tu guardería antes del cierre vacacional
Se acerca el final del año y con él el cierre de vacaciones. Para que puedas disfrutar del descanso sin preocupaciones y regresar a las instalaciones sin imprevistos, hay una serie de medidas de seguridad que debes realizar. Te compartimos una lista de control, diseñada para ayudarte a preparar el próximo periodo de descanso.
Oficina
-Configura un aviso en tu correo electrónico. Informando a los padres de familia, proveedores y demás contactos el periodo de cierre.
-Realiza una limpieza general del escritorio y oficina. Asegúrate de que los archivos importantes queden bajo resguardo.
-Guarda los artículos valiosos para reducir la amenaza de robo.
-Cierra cortinas y persianas.
-Llévate a casa artículos personales valiosos.
-Guarda en un gabinete con llave todos los dispositivos electrónicos portátiles.
-No olvides hacer un respaldo de la información sensible que maneja la guardería, como datos personales de los menores y verifica que se mantenga fuera del alcance de ciberataques.
Salones y áreas comunes
-Asegúrate de que las ventanas queden bien cerradas.
-Verifica que artículos inflamables como cartón y papel estén resguardados y alejados de enchufes pues, en caso de un cortocircuito pueden generar un incendio.
-Apaga y desconecta los equipos de cocina como microondas, hornos eléctricos y sandwicheras.
-Considera desenchufar cualquier aparato para protegerlo contra daños en caso de un corte de energía.
-Revisa los cables de los equipos que se queden conectados como el refrigerador, alguna pantalla o decodificador, corrobara que no estén dañados.
-Asegúrate de que todos los alimentos perecederos se retiren del refrigerador.
-Inspecciona y limpia los estantes de basura.
-Revisa que las alarmas estén funcionando correctamente.
-¿Funciona adecuadamente la iluminación de seguridad externa?
-Contrata personal de seguridad durante las vacaciones y establezcan el procedimientos de respuesta ante emergencias.
-Cierra las tomas generales de agua y gas para evitar fugas.
Toma en cuenta que esta lista de recomendaciones no es limitativa, por lo que deberás de considerar las necesidades específicas de tu guardería y tomar las medidas necesarias para disminuir los riesgos.
Guía para una correcta congelación de alimentos
Congelar alimentos es una excelente manera de tener opciones nutritivas y versátiles a la mano. No solo eso, congelar alimentos ayuda a disminuir el desperdicio, un tema relevante en México, donde se desperdician 11.9 millones de toneladas de alimentos al año, situación que coloca al país como uno de los más derrochadores de América Latina, sólo superado por Brasil.
Antes de siquiera pensar en descongelar alimentos, es importante congelarlos correctamente. Estas son las principales recomendaciones:
- Si adquieres alimentos congelados deberás ponerlos tan pronto como te sea posible en un congelador.
- Si congelas cualquier alimento cocinado debes asegurarte de que se enfríe lo más rápido posible y refrigerarlo, pues las bacterias crecen rápidamente en un rango de temperatura entre 4.4°C y 60°C. Este rango es conocido como “La Zona de Peligro”. Nunca dejes los alimentos fuera del refrigerador por más de 2 horas.
- Usa bolsas y refractarios diseñados para congelar alimentos. Cuando se utilizan envases que no están diseñados para el congelador los alimentos pierden calidad. Esto se debe a que puede entrar más aire en el paquete, lo que puede provocar quemaduras por congelación.
Investigaciones señalan que la quemadura por congelación es una condición en la que la exposición al aire dentro del congelador provoca la pérdida de humedad y que la deshidratación posterior puede provocar que los alimentos se sequen; tengan cristales de hielo y muestren cambios en sabor, color y textura después de descongelarse. Aunque esto no afecta la seguridad al ingerirlos, puede hacer que la comida sea poco atractiva en términos de sabor y textura.
- Pon fechas en cada contenedor de comida congelada, esto te ayudará a rotar los alimentos más antiguos hacia el frente, además, puedes congelar hasta el período de tiempo apropiado para cada tipo de alimento. Aquí hay algunas pautas generales:
- Frutas y verduras: hasta 12 meses
- Carne cruda de res, ternera, cordero y cerdo: hasta 12 meses
- Ave cruda: hasta 12 meses
- Carnes molidas: hasta cuatro meses
- Pescado: hasta seis meses
- Alimentos precocinados: uno o dos meses
- Carnes cocidas: dos a seis meses
Descongela alimentos de forma segura
Una idea errónea muy común es que cualquier bacteria en las sobras morirá al congelarlas, desafortunadamente no es el caso. La congelación no mata las bacterias dañinas en los alimentos. Las bacterias permanecen vivas pero se vuelven inactivas a temperaturas de congelación de -18°C e inferiores. El frío impide que las bacterias crezcan y produzcan toxinas, es decir, entran en hibernación.
Cuando sacas comida del congelador y comienza el proceso de descongelación, las bacterias dañinas en los alimentos “despiertan” y se activan. A medida que se activan, comenzarán a crecer si la temperatura de los alimentos se mueve hacia la zona de peligro, que es por encima de 8°C.
Una de las causas más comunes de intoxicación alimentaria es por no descongelar correctamente los alimentos congelados antes de cocinarlos, especialmente la carne y las aves. Si no se descongela completamente y todavía está congelado o parcialmente congelado, puede resultar en:
- Hielo en el centro de la comida.
- Mayores tiempos de cocción.
- El centro de la comida no se cocina cuando el exterior parece estar listo.
- Intoxicación alimentaria, ya que las bacterias dañinas en el centro no serán destruidas por temperaturas lo suficientemente altas.
Métodos seguros de descongelación
Para reducir el riesgo de intoxicación, los alimentos deben descongelarse por completo y existen varios métodos que puedes utilizar.
En el refrigerador
Este es el método más seguro para descongelar alimentos, ya que se descongela a baja temperatura y evita que entren en la zona de peligro, descongelar alimentos en un refrigerador previene el crecimiento de bacterias dañinas y reduce el riesgo de intoxicación.
Las aves enteras grandes y las piezas de carne pueden tardar días en descongelarse, por lo que es importante planificar y tener en cuenta los tiempos de descongelación. Las aves, la carne y el pescado crudos que refrigeres para su descongelación deben colocarse en la parte inferior. Esto evitará que el líquido generado gotee sobre los alimentos y los contamine con bacterias dañinas.
Las aves, la carne y el pescado descongelados deben cocinarse en un plazo máximo de 24 horas.
Una vez que las aves, la carne y el pescado se hayan descongelado por completo, no se deben volver a congelar a menos que estén completamente cocidos.
Uso de agua fría para descongelar alimentos
Si tienes poco tiempo y no puedes esperar a que los alimentos se descongelen durante la noche en el refrigerador, puedes sumergirlos en agua fría o ponerlos bajo el chorro de agua fría para acelerar el proceso de descongelación.
- Coloca el alimento en una bolsa sellada, un recipiente hermético o su empaque original.
- Llena un recipiente limpio con agua fría y sumerge completamente la bolsa/recipiente.
- Cambia el agua cada 30 minutos para asegurarte de que se mantenga fría.
- Nunca uses agua tibia o caliente, ya que esto puede fomentar el crecimiento de bacterias dañinas.
- Nunca descongeles las aves y la carne cruda directamente bajo el chorro de agua fría, ya que esto puede provocar que las bacterias dañinas salpiquen la cocina y contaminan las superficies. Siempre ponlo en un recipiente sellado primero.
- Limpia y desinfecta el fregadero antes y después de descongelar alimentos.
Microondas para descongelar alimentos
Una forma aún más rápida de descongelar alimentos es usar la configuración de descongelación en un microondas. Puedes utilizar este método para todo tipo de alimentos, incluso aves y carnes.
- Usa este método para descongelar alimentos pequeños que cocinarás inmediatamente después.
- Retira cualquier embalaje que no sea apto para microondas, es decir, envoltorios de plástico.
- Coloca pequeñas cantidades de comida en un plato apto para microondas (o en un recipiente) y cúbrelo.
- Asegúrate de que el microondas esté en la configuración de descongelación correcta. Si no es así, la comida podría comenzar a cocinarse, lo que podría afectar la seguridad de los alimentos. Esto también puede pasar si lo dejas en el microondas por mucho tiempo.
- Cocina los alimentos inmediatamente después de descongelarlos en el microondas.
- Recuerda que el calor en un microondas no se distribuye de manera uniforme, por lo que deberás controlar de cerca los alimentos durante la descongelación. Si es líquido revuélvelo regularmente, o si es sólido, voltéalo.
Puedes utilizar una combinación de métodos para acelerar el proceso de descongelación. Es importante tener en cuenta que algunos métodos pueden afectar la calidad de los alimentos, por ejemplo, descongelar el pescado en el microondas puede hacer que se seque.
Alimentos que ayudan a prevenir enfermedades
Alimentos que ayudan a prevenir enfermedades
Procurar una dieta saludable desde la niñez otorgará una mejor calidad de vida y salud. Para todas las etapas de la vida son importantes las vitaminas y minerales como Calcio, Hierro, Zinc, Magnesio, vitamina A, C, D, E y vitaminas del complejo B.
Una correcta alimentación genera un sistema inmunológico fuerte, así como una correcta circulación sanguínea y buena digestión. Karla Galindo, nutrióloga de Cultivos Naturales San Francisco, comparte algunos de los alimentos que aportan un mayor número de nutrientes, así como los que debemos consumir con moderación.
Alimentos saludables para nuestra salud
Estos incluyen una gran cantidad de proteínas, vitaminas y minerales que refuerzan el cuerpo y sistema inmune, ideales para prevenir y contrarrestar enfermedades crónicas.
- Vegetales. Los más recomendados son el kale rico en vitamina A que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico, también contiene flavonoides que actúan como antioxidantes; las espinacas que contienen vitamina C que además de fortalecer el sistema inmunológico ayuda a la absorción de hierro; la cebolla, por su alto contenido de quercetina ayuda a la prevención de enfermedades cardiovasculares y por último, el brócoli que contiene sulforafano con propiedades anticancerígenas.
- Germinados. Son un alimento vivo que germina de la semilla de un vegetal, su alto contenido nutrimental lo hace ser considerado un súper alimento, algunos de sus nutrientes son: vitamina A que ayuda al desarrollo durante la etapa de la niñez, fortalece la visión nocturna y el sistema inmunológico; vitamina C que ayuda a la absorción del hierro, promueve la síntesis de colágeno y fortalece también el sistema inmunológico; vitamina E, tiene una función antioxidante que ayuda a la reparación de los tejidos.
Adicional al gran número de vitaminas, los germinados también contienen calcio que fortalece los huesos y ayuda al equilibrio de los líquidos corporales; magnesio que tiene un papel importante para la contracción muscular, además de que beneficia a la digestión y al sistema inmunológico; hierro que ayuda al transporte adecuado de oxígeno a través de la sangre para el buen funcionamiento del organismo; y zinc, un elemento importante para la cicatrización y además es esencial para que el metabolismo haga un correcto uso de los hidratos de carbono.
- Frutas. Todas las frutas contienen un alto contenido de nutrientes, sin embargo, la especialista se enfoca en recomendar los frutos rojos, ricos en vitamina C y polifenoles (ácido elágico) que ayudan a la protección de las células frente al daño oxidativo.
Alimentos que se debe moderar su consumo
- Alimentos fritos. Por su alto contenido en grasas, estos alimentos afectan y obstruyen al sistema circulatorio y digestivo.
- Bebidas azucaradas. El consumo frecuente aumenta el riesgo de padecer problemas como: sobrepeso, diabetes e hipertensión.
- Harinas procesadas. Su consumo frecuente provoca el aumento de la glucosa y triglicéridos en la sangre, también puede causar inflamación abdominal y estreñimiento.
- Alimentos enlatados. Tienen un alto nivel de conservadores, su consumo frecuente provoca daño al sistema digestivo y esto impacta a la salud ya que a través de la digestión es que obtenemos los nutrientes necesarios para nuestro organismo.
“Se sabe que el bajo consumo de antioxidantes es un factor determinante para las enfermedades y por otro lado factores como el estilo de vida actual provoca un proceso de deterioro en el organismo. Por ello, los alimentos ricos en nutrientes son importantes para la prevención y el tratamiento de distintos tipos de padecimientos como lo puede ser el cáncer”, afirma la experta en nutrición.
Por último, Galindo recomienda mantener una correcta hidratación y agregar al agua una cucharadita de bicarbonato para brindar los electrolitos perdidos a lo largo del día.
Cómo aumentar la inmunidad de tus hijos
Cómo aumentar la inmunidad de tus hijos
Ya sea que los niños comiencen un nuevo año escolar virtual o que regresen a un salón de clases, la inmunidad siempre es una gran preocupación para los padres a medida que se avecina la temporada de frío.
Recuerda que los niños necesitan ciertos nutrientes y vitaminas para ayudar a fortalecer su sistema inmunológico y ayudarlos a protegerse contra todos los gérmenes y virus que enfrentarán, ya sea en el aula o en casa.
De acuerdo con la nutrióloga Julia Zumpano, estas son las cosas que los niños deben comer para ayudar a recargar su sistema inmunológico.
1. Zinc, el eje de la inmunidad
Uno de los minerales más importantes que puede ayudar al sistema inmunológico de un niño es el zinc. Por lo general, se encuentra en alimentos a base de proteínas. Así que las carnes rojas y las aves son algunas opciones que deben estar en tu menú.
Los frijoles y las nueces también son una buena fuente de zinc, aunque los alimentos de origen animal aportan más mineral.
Según el Instituto Nacional de Salud, NIH, por sus siglas en inglés, la ingesta diaria recomendada de zinc para niños es:
- Desde el nacimiento hasta los 6 meses: 2 mg
- Lactantes de 7 a 12 meses: 3 mg
- Niños de 1 a 3 años: 3 mg
- Niños de 4 a 8 años: 5 mg
- Niños de 9 a 13 años: 8 mg
- Adolescentes de 14 a 18 años (niños): 11 mg
- Adolescentes de 14 a 18 años (niñas): 9 mg
Pero ten cuidado; el NIH también señala que es posible tener demasiado zinc, lo que puede provocar náuseas, vómitos, pérdida del apetito, calambres estomacales, diarrea y dolores de cabeza. Evita pasar de la ingesta recomendada.
Por ejemplo cada 100 gramos de carne roja magra contiene 4.8 mg de zinc, el huevo contiene 1.3 mg, el hígado de res entre 5 y 6 mg por cada 100 gramos y los frutos secos contienen 5 mg por cada 100 gramos.
Lee también: Las vitaminas aliadas de tus hijos.
2. Probióticos y prebióticos
Una buena fuente de probióticos ayuda a crear un mejor equilibrio entre las bacterias intestinales saludables y las no saludables.
Aunque los yogures son el principal alimento en el que pensamos cuando se trata de probióticos, tienen un bajo contenido de éstos y son altos en azúcares. Las mejores alternativas son alimentos fermentados como kéfir, chucrut y encurtidos. Además, el vinagre de sidra de manzana es una buena forma de incorporar los probióticos a la dieta.
Por su parte, los prebióticos son fibras vegetales que estimulan el crecimiento de bacterias buenas. Excelentes fuentes de prebióticos son los plátanos, jícama y los espárragos.
3. Nueces y semillas, un aliado lleno de energía
Las nueces, semillas de calabaza, semillas de cáñamo, semillas de chía y semillas de lino molidas proporcionan ácido alfa-linolénico (ALA), que es la forma vegetal de los ácidos grasos omega-3, que se ha demostrado que combaten enfermedades.
4. Frutas y vegetales
Las frutas y verduras proporcionan varios antioxidantes que protegen a las células de daños y enfermedades. Los alimentos ricos en antioxidantes incluyen los frutos rojos y las verduras como el brócoli y las de hoja verde como espinacas y acelgas.
5. La vitamina C
Es clave para aumentar la inmunidad y está disponible en frutas cítricas como naranjas, limones, limas y toronjas. Te invitamos a conocer estos 10 alimentos, no cítricos, son altos en vitamina C.
Las vitaminas aliadas de tus hijos
Las vitaminas aliadas de tus hijos
Los niños llevan más de un año sin poder realizar sus actividades normales, por lo que es clave seguir procurando que tengan una alimentación balanceada que aporte los nutrientes que los niños requieren.
Las vitaminas se dividen en las que se pueden disolver en grasas (liposolubles), esto significa que se guardan en nuestro organismo y se ocuparán cuando se requieran, en cambio las hidrosolubles, o sea en agua, se utilizan rápidamente. Estas vitaminas circulan en la sangre y las que no se usan, se desechan al ir al baño.
¡Imagínate todo su aporte! Así que cuando hablamos de los niños, saber cuáles son las vitaminas más importantes para ellos te será de utilidad, sobre todo porque así estarán bien protegidos y con energía. De acuerdo con los expertos de Farmacias San Pablo, estos son los suplementos vitamínicos que no deben faltar en tu mesa.
Vitamina D
Es muy importante porque ayuda al cuerpo a incorporar el calcio de los alimentos y a tener huesos resistentes. El sol ayuda a fortificarlos y los alimentos que la contienen son los pescados grasos como el atún, salmón y bacalao. Si bien los niños no consumen tanto este tipo de pescados, pueden tomar la vitamina D en suplementos. Siempre se debe consultar al pediatra sobre la dosis adecuada.
Vitamina A
Conocida también como retinol, con ella la vista se verá beneficiada, así como el sistema inmunológico y la piel. La encuentras en los lácteos; en pescados como el salmón; en verduras de hojas verdes, así como en aquellas de colores amarillos y naranjas (gracias a los betacarotenos), como zanahorias, o frutas como los duraznos o mangos. Tus hijos agradecerán la variedad de colores que les puedas servir a la hora de la comida, no habrá pretextos para que no quieran comer.
Vitaminas del grupo B
Es un complejo de vitaminas que se encuentran en alimentos como las carnes rojas y blancas, soya, leche, huevos y granos integrales. Es muy importante también porque impulsa la formación de glóbulos rojos, así como las actividades del metabolismo y ayudan a estimular el apetito en los pequeños.
Vitamina C
Es una de las más conocidas y mantiene a los tejidos sanos: músculos, encías, vasos sanguíneos. Ayuda a combatir las infecciones; está presente en los limones, naranjas, fresas, tomates, brócoli, kiwi, col, pimientos rojos.
Hierro
Cuando los niños están en pleno crecimiento éste es esencial para la producción de sangre y la constitución de los músculos. Si su nivel es bajo, los niños podrían presentar, según la American Academy of Pediatrics (AAP), irritabilidad, depresión, apatía y son más propensos a infecciones. Puedes encontrar estas fuentes de hierro en los siguientes alimentos: carnes, espinacas, frijoles, cereales y harinas enriquecidas con este suplemento.
¿Es necesario que los niños tomen suplementos?
En una dieta balanceada las vitaminas están presentes; sin embargo, de acuerdo con la AAP, en algunos casos los pediatras recomiendan suplementos diarios si los pequeños no quieren comer, tienen hábitos que no sean muy regulares, o si tienen dietas muy selectivas.
Siempre consulta al pediatra para saber qué suplemento vitamínico necesita tu hijo.
Cómo comer bien durante la pandemia
Cómo comer bien durante la pandemia
La pandemia de COVID-19 está teniendo un impacto dramático en la vida de las familias. Los padres llevan meses en casa, haciéndose cargo en su totalidad de la alimentación y cuidado de los niños después del cierre de las escuelas y los centros de cuidado infantil. Determinar qué alimentos dar a los niños para proteger mejor su salud puede ser otro desafío diario.
Una dieta variada y nutritiva es una forma importante en la que las familias pueden ayudar a mantener la inmunidad de sus hijos contra COVID-19. No existe ningún alimento que pueda brindar protección contra el virus. Estos son mitos que circulan sin respaldo científico. Una dieta que tenga todos los nutrientes esenciales y evite los alimentos que no son saludables es lo mejor para apoyar el crecimiento, el desarrollo y la salud a largo plazo de los niños. ¡Y un beneficio adicional es que los niños pueden comenzar a desarrollar hábitos alimenticios más saludables!
Lee también: Cómo preparar menús bien equilibrados.
La Unicef comparte estas cinco recomendaciones para comer sano durante estos meses de pandemia.
1. Comidas regulares con alimentos variados
En estos momentos, cuando se interrumpen las rutinas diarias, es importante seguir comiendo en horarios establecidos y con menús variados.
La dieta diaria debe consistir en un tercio de arroz u otro alimento básico con almidón y un tercio de frutas y verduras. El tercio restante debe compartirse entre fuentes de proteínas como carne, pescado, frijoles y legumbres, y fuentes lácteas como la leche. Esto proporcionará todos los nutrientes, en las cantidades adecuadas, para un niño en crecimiento. Trata de proporcionar tantos tipos diferentes de alimentos como sea posible para que los niños no se aburran con las mismas comidas todos los días.
2. Muchas frutas y verduras
Comprar, almacenar y cocinar frutas y verduras frescas puede ser un desafío, especialmente cuando estamos tan limitados para salir a comprar. Pero, siempre que sea posible, es importante asegurar que los niños sigan consumiendo una alta cantidad de este grupo alimenticio porque están llenas de vitaminas, minerales y fibra. El objetivo debe ser al menos cinco porciones al día. Los productos frescos son los mejores, pero las frutas y verduras enlatadas o congeladas todavía contienen vitaminas y minerales esenciales y son buenos sustitutos.
Lee también: 4 ideas para que los niños coman verduras.
3. El agua es indispensable
Mantenerse bien hidratado ayuda a mantener el sistema inmunológico sano. Fomenta en los niños beber agua pura en lugar de bebidas endulzadas que contienen demasiada azúcar y son dañinas para los dientes y la salud a largo plazo.
4. Limita los alimentos no saludables
Los alimentos que contienen grandes cantidades de azúcar, sal o grasas animales y bajas cantidades de proteínas, fibra, vitaminas y minerales no son saludables. Desafortunadamente, muchas comidas listas para comer y preparadas como sopas, pizzas y hamburguesas entran en la categoría de alimentos poco saludables. Siempre que sea posible intenta comprar opciones más nutritivas. Revisar los nuevos etiquetados en alimentos te ayudará a tomar mejores decisiones de compra.
La creatividad también te ayudará a ofrecer alimentos y refrigerios más sanos. Por ejemplo, en lugar de darle a los niños bocadillos dulces o salados, prueba algunas opciones como frutas o verduras picadas que se pueden comer crudas.
5. Diviértanse en la cocina
No todo el mundo tiene el lujo de poder cocinar en casa. Para aquellos que lo hacen, esta es la oportunidad de probar algo de comida casera e involucrar a los hijos. Incluso los niños pequeños pueden ayudar a lavar o mezclar alimentos, mientras que los niños mayores pueden asumir tareas más difíciles. Siempre bajo vigilancia de un adulto.
Siguiendo estas sugerencias, podrás garantizar una nutrición correcta que mantendrá a toda la familia con un sistema inmunológico fuerte.
Alimentos ideales que los niños deben comer en otoño
Alimentos ideales que los niños deben comer en otoño
El otoño llegó y, lamentablemente, también la temporada de resfriados y gripe. No solo eso, este año será una época de frío atípico y con más riesgos si sumamos a las enfermedades estacionales el COVID-19.
Los niños son especialmente propensos a enfermarse en esta época, por lo que tomar medidas adicionales es importante. Al igual que cambias la selección de vestimenta para tus hijos, también debes hacer ajustes en su alimentación.
A medida que bajan las temperaturas, es importante nutrir y calentar el cuerpo desde el interior. Si das alimentos fríos como frutas frescas, verduras crudas, ensaladas y bebidas frías, ocasionarás una sensación de frío de adentro hacia afuera y los niños serán más propensos a enfermarse. Por lo tanto, en la temporada de frío se recomienda comer alimentos que fortalezcan el sistema inmunológico y aumenten la energía.
Lee también: Alimentos ricos en vitamina C (qué no son los cítricos)
¿Qué alimentos comer en otoño e invierno?
Es tan sencillo como basar el menú en los alimentos de temporada. Esa es la regla de oro. Estos son algunos de los alimentos que te recomendamos poner en la lista del súper:
- Hortalizas de raíz: zanahorias, calabacines, camote, papa.
- Granos integrales: arroz integral, quinoa y avena
- Legumbres: frijoles, garbanzos, lentejas.
- Verduras verdes: brócoli, espinacas, col rizada, apio y alcachofa.
- Fruta: manzanas, granadas, cítricos y peras.
- Pescado: lubina, bacalao, salmón.
- Especias: jengibre, cúrcuma, canela, romero, tomillo, albahaca y eneldo.
Lee también: Por qué es importante hidratar a los niños en invierno
Otra recomendación importante es limitar el consumo de azúcar en los niños. Los meses de invierno están repletos de festividades que a menudo incluyen comidas y dulces con alto contenido de azúcar, esto no solo debilita el sistema inmunológico, también causa inflamación sistémica. Como resultado, los niños se vuelven más susceptibles a resfriados.
Adaptar la dieta de tus hijos a las estaciones es fundamental para su salud y bienestar ya que es uno de los principales pilares para evitar enfermedades.
Alimentos con alto contenido de vitamina C (que no son los cítricos)
Alimentos con alto contenido de vitamina C (que no son los cítricos)
La vitamina C ha sido recomendada por sus beneficios para la salud al combatir un resfriado. Pero, ¿sabías que esta vitamina es crucial para la buena salud y el desarrollo de los niños?
Consumir diariamente vitamina C ayuda a fortalecer el sistema inmunológico, es decir, fortalece las defensas de los pequeños. Así que incluir alimentos ricos en este nutriente disminuirá enfermedades menores y en el invierno será un aliado para evitar resfriados.
Además, la vitamina C repara los tejidos del cuerpo y proporciona antioxidantes que combaten los radicales libres del cuerpo. Ayuda a sanar las heridas y la absorción del hierro en el cuerpo.
También es un nutriente importante en la formación de colágeno, vasos sanguíneos, cartílagos y músculos, por lo que ayuda a mantener la integridad de muchos tejidos corporales, incluida la piel.
¿Sabías que el cuerpo humano no puede formar ni producir vitamina C? de ahí la importancia que incluyas en el menú diario alimentos que la contengan, pues depende de estas fuentes externas que nuestro cuerpo pueda beneficiarse.
Si creías que los cítricos son las estrellas de la vitamina C, tenemos noticias. Hay otros alimentos que contienen una mayor cantidad del nutriente y puedes utilizarlos en distintos platillos. Los 10 principales son:
- Guayaba
- Pimiento rojo
- Coliflor
- Brócoli
- Kiwi
- Papaya
- Uvas
- Fresas
- Espinaca
- Zanahoria
Ahora ya lo sabes, la vitamina C no solo se recomienda en época de frío, sus beneficios van mucho más allá. Revisa tus menús y haz las modificaciones necesarias para balancearlos de una mejor manera.