Enfermedades comunes de la temporada de frío
Aunque enfermedades como el resfriado y la gripe ocurren con mayor frecuencia durante los meses de invierno, las razones no siempre son sencillas. El frío por sí solo no causa enfermedad. Sin embargo, “cuando hace más frío, los niños tienden a pasar más tiempo juntos en el interior, están más cerca unos de otros, compartiendo el aire que podría estar contaminado con más gérmenes, infecciones y virus", explica Michael Lee, pediatra de Children's Health.
Además, algunos virus se incuban y contagian con más facilidad en el aire fresco y menos húmedo. También, si se interrumpen los hábitos alimentarios o de sueño habituales durante las vacaciones de invierno, el sistema inmunológico puede volverse más vulnerable y menos eficaz para combatir las infecciones.
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Enfermedades comunes durante el invierno
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Covid-19
Es una enfermedad respiratoria contagiosa que puede provocar una amplia gama de síntomas, como tos y fiebre. Los niños pueden contraerla en cualquier época del año, incluidos los meses de invierno. Con la propagación de variantes altamente contagiosas del Covid-19, es importante estar atento a los síntomas y tomar medidas para prevenir la infección.
No es posible distinguir entre Covid-19 y un resfriado o una infección de vías respiratorias sin realizar una prueba. Por eso, es mejor realizarla ante cualquier síntoma.
La mejor manera de prevenir este padecimiento es la vacunación, lavarse las manos con frecuencia, usar cubrebocas y evitar las multitudes.
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Gripe
La gripe (influenza) es una infección de la nariz, garganta y pulmones. En general, es un virus respiratorio muy contagioso. Su aparición suele ser repentina y se asocia con los siguientes síntomas:
- Fiebre
- Tos
- Flujo nasal
- Congestión
- Dolores musculares
- Conjuntivitis leve
- Posible vómito y diarrea
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Resfriado común
Es una infección viral generalmente asociada con síntomas más leves; sin embargo, los niños pueden tener fiebre leve al comienzo de la enfermedad. Aunque los resfriados parecen ocurrir con más frecuencia durante los meses de invierno, pueden ocurrir durante todo el año. Muchos virus diferentes pueden causar un resfriado, que puede durar de cinco a 14 días.
Los síntomas de un resfriado común incluyen:
- Flujo nasal
- Congestión
- Tos
- Dolor de garganta
- Fiebre
Cuando un niño tiene resfriado común, es importante mantenerlo hidratado y asegúrese de que descanse lo suficiente.
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Faringitis estreptocócica
Es una infección bacteriana contagiosa que es más común durante el otoño, el invierno y principios de la primavera.
Los síntomas pueden incluir:
- Dolor de garganta
- Dificultad al tragar
- Fiebre
- Dolor de estómago
- Dolor de cabeza
Existen posibles complicaciones de la faringitis estreptocócica, como absceso de garganta, absceso retrofaríngeo y, en raras ocasiones, fiebre reumática.
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Infección de oído
Las infecciones de oído pueden ser dolorosas para los niños, especialmente por la noche. Casi todas las infecciones de oído que ocurren en los niños son infecciones bacterianas secundarias en el oído medio, que pueden seguir a una infección viral como un resfriado o una gripe.
Cómo evitar enfermarse en invierno
Niños y personal de la guardería deben tomar algunas medidas preventivas que ayuden a reducir el riesgo de enfermedades invernales.
- Lavado de manos con frecuencia.
- Mantenerse al día con las vacunas, incluida su vacuna anual contra la influenza.
- Comer alimentos saludables, ricos en vitamina C.
- Mantenerse hidratado.
- Recordarle a los niños la forma correcta de estornudar.
- Quedarse en casa ante cualquier síntoma, para evitar la propagación de gérmenes.
- Retomar el uso de cubrebocas por parte del personal al interior de la guardería.
Ahora que inicia la temporada de otoño e invierno, advierte a tu personal de estar muy atentos ante cualquier síntoma de los mencionados.
Si tus políticas de asistencia permiten que los niños con enfermedades invernales leves asistan a la guardería, recuerda a los padres que deben dar aviso de esta condición al personal de ingreso para tomar las medidas necesarias.
Cómo tener una guardería protegida de actos violentos
Como proveedor de cuidado infantil, eres legalmente responsable de los niños bajo tu cuidado. Si un niño es sustraído de tu guardería, incluso si lo hace un tutor o uno de sus padres sin autorización, es muy probable que se emprendan acciones legales. A pesar de que se determine que como proveedor no estás involucrado, deberás enfrentar los costos de tu defensa.
Como proveedor de un centro infantil, también eres responsable de cualquier daño a terceros ocasionado por un acto violento dentro de las instalaciones. Por ejemplo, tiroteos o agresiones físicas a tu personal.
Hace unos meses, se hizo noticia el caso de una pareja que atacó física y verbalmente a la maestra de su hijo en un kínder del Estado de México, por supuestas quejas y lesiones del menor. Los agresores fueron detenidos y procesados. En este caso, es responsabilidad del dueño del kínder responder por los gastos que represente la asistencia médica y recuperación física y psicológica de la maestra, pues el hecho de que los padres hayan ingresado y podido agredirla significa una falla en su sistema de seguridad y vigilancia.
La mejor defensa en un caso de cualquier acto violento, es demostrar que se tomaron todas las precauciones posibles para proteger el bienestar de los niños. Te compartimos algunas acciones de seguridad para guarderías.
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Las siguientes recomendaciones son opciones que como proveedor de cuidados infantiles puedes considerar.
Acceso por código o biométricos
Cada vez es más popular un sistema de ingreso en el que los padres pueden introducir un código o utilizar su huella digital para acceder. Muchos de estos sistemas realizan un seguimiento de la asistencia. Incluso se pueden utilizar para que el personal registre la entrada y la salida.
Los sistemas de seguridad con teclado son una excelente opción para las guarderías de gran capacidad. Cada familia o persona necesita tener un código único si no se utiliza el sistema de huellas dactilares. Si alguien tiene prohibido legalmente recoger a un niño, su código o huella digital se puede eliminar del sistema y simplemente no podrá pasar la puerta principal.
Sistema de seguridad de puerta cerrada
Un centro de cuidado infantil se puede asegurar simplemente cerrando todas las puertas desde el exterior y solicitando que el personal autorice a los padres para que entren al centro.
En este tipo de sistema se requiere que el edificio esté configurado para que los empleados puedan ver quién está solicitando acceso, es posible que sea necesario instalar una mirilla o una cámara.
Para los proveedores de cuidado infantil más pequeños, este tipo de sistema podría resultar beneficioso. Proporciona seguridad a un costo más razonable.
Sistema de alarma de puerta o timbre de seguridad
Otros centros pueden dejar la puerta de entrada abierta pero instalar un timbre que suene cada vez que alguien entra. Si bien alertan al personal sobre el hecho de que alguien ha ingresado, estos sistemas hacen poco para evitar que intrusos o padres hostiles obtengan acceso, por eso, en caso de recurrir a este sistema, deberás complementarlo con un segundo filtro de acceso, o diseñar el lobby aislado del acceso a los menores.
Asegurar otras entradas y espacios al aire libre
La mayoría de las guarderías tienen múltiples formas de entrada y salida. Las puertas que dan al patio de recreo o al patio trasero son comunes en guarderías. Estas puertas deben estar cerradas desde el exterior y solo se puede acceder a ellas con una llave que tengan acceso los miembros del personal. Sin embargo, para cumplir con los códigos contra incendios, las puertas nunca deben cerrarse desde dentro para que en caso de emergencia, las personas dentro del inmueble puedan salir. También, todas las ventanas necesitan cerraduras y deben permanecer cerradas.
Identifica áreas de riesgo
Las siguientes preguntas pueden ayudarte a evaluar la seguridad en tu guardería al identificar áreas de mejora:
- ¿Quién tiene acceso al centro? ¿proveedores? ¿voluntarios? ¿solo padres y tutores?
- ¿Cómo acceden los padres a la guardería?
- ¿Cómo se evita que personas no autorizadas entren a las instalaciones?
- ¿La puerta de entrada está cerrada con llave o asegurada de alguna manera?
- ¿Las demás puertas de la guardería están cerradas desde afuera?
- ¿Están aseguradas las ventanas?
- ¿Alguna vez se dejan las puertas abiertas o sin seguro?
- ¿Cuáles son las políticas y procedimientos de emergencia?
- ¿Cómo se registra la entrada y salida de los niños?
- ¿Ha habido algún incidente en el que una persona no autorizada haya obtenido acceso a las instalaciones? ¿Cómo se enfrentó y qué medidas se tomaron posteriormente?
Como complemento a cualquier administración de riesgos que implementes en tu guardería, contratar un seguro de RC y una cobertura de actos violentos debe ser parte de este plan de prevención. Estas pólizas te ayudan a enfrentar financieramente y legalmente cualquier situación de riesgo y daños a traseros que ocurra en tu centro infantil. Contáctanos para conocer los detalles.
Guía para prevenir infecciones en tu guardería
A los niños les gusta explorar, descubrir y jugar, de ahí que las instalaciones de cualquier guardería nunca será un lugar completamente libre de gérmenes, las infecciones respiratorias y gastrointestinales se propagan rápidamente en los centros infantiles. Sin embargo, hay maneras de ayudar a minimizar la propagación de infecciones entre los niños.
Aquí hay cinco áreas clave que controlándolas te ayudarán a reducir la propagación de gérmenes en tu guardería.
1. La prevención de infecciones es asunto de todos, incluido el personal de cuidado infantil, los niños y las familias. Una pregunta importante que debemos hacernos es: ¿el personal y los niños están sanos como para acudir a la guardería, es decir, no tienen síntomas de alguna enfermedad?
Tanto los miembros del personal como los niños, deben de estar al día con sus vacunas. Además, el centro debe tener criterios sobre cuándo alguien podría ser contagioso y no tendrá acceso a la guardería. Por ejemplo: erupciones cutáneas, fiebre, faringitis y diarrea infecciosa.
2. Higiene de manos. Mantener las manos limpias es la principal forma de prevenir la propagación de infecciones.
Se debe capacitar al personal para que realice la higiene de manos antes y después de cambiar pañales, ayudar a un niño a ir al baño, antes de preparar alimentos y después de tocar fluidos corporales como secreción nasal.
Los niños también deben lavarse las manos, especialmente después de comer, después de ir al baño y después de jugar al aire libre.
Los desinfectantes para manos con alcohol son un producto conveniente y eficaz para la higiene de manos de niños mayores de 24 meses.
Algunos aspectos que puedes mejorar en tu guardería para garantizar este punto es evaluar si hay suficientes lavabos o desinfectantes en toda la guardería y cerca de las áreas para cambiar pañales. ¿Hay lavabos separados para preparar alimentos y para ir al baño? ¿Hay carteles de higiene de manos en las instalaciones?
3. Limpieza y desinfección. Es importante limpiar y desinfectar periódicamente las superficies que se tocan con frecuencia y debe haber un cronograma para limpiar cada artículo y un desinfectante libre de tóxicos. Estas son algunas de las principales áreas y objetos que se deben desinfectar constantemente:
-Las áreas para cambiar pañales deben tener un forro de papel nuevo para cada cambio de pañal y luego limpiarse con un desinfectante.
-Los juguetes deben tener superficies lavables y evitar artículos que no se puedan limpiar como peluches.
-Los biberones, tapas y vasos deben desinfectarse entre usos, ya sea en lavavajillas o hervidos durante un minuto.
-Las cunas y colchonetas necesitan una sábana protectora y deben desinfectarse periódicamente.
4. Seguridad alimentaria. La manipulación y preparación adecuadas de los alimentos son importantes para prevenir y evitar enfermedades. Una parte importante del día de un niño consiste en comer.
-Los alimentos y bebidas no deben prepararse en las mismas áreas que el baño, el área para cambiar pañales o las salas de juegos.
-Los utensilios y platos reutilizables deben desinfectarse entre usos.
-Los alimentos, incluida la leche materna, deben almacenarse a temperaturas seguras.
-Los restos de comida deben estar bien etiquetados y almacenados correctamente.
5. Calidad del aire. Si bien las estrategias de prevención de infecciones se centran en reducir las infecciones transmitidas por contacto directo, el covid-19 ha demostrado el valor de utilizar la ventilación y la filtración como estrategias para prevenir la transmisión de enfermedades transmitidas por el aire. Procura tener una buena ventilación natural a diario, antes de iniciar actividades y al finalizar cada día. Esto ayudará en gran medida a limpiar el ambiente y aminorar los gérmenes en el aire.
Establece estas prácticas en tu centro infantil y reducirás en gran medida la transmisión de infecciones, lo que se traduce en una guardería competitiva, en la que los papás confían y prefieren pues los niños se mantienen la mayor parte del tiempo en buen estado de salud.