9 cosas que debes revisar después de un sismo

Después de un sismo, el riesgo de daños a un inmueble y la gravedad de éstos, dependen de una serie de factores como la magnitud del terremoto, la cercanía al epicentro, la antigüedad y el tipo de construcción.

Si tu guardería se encuentra en una zona sísmica, debes conocer el protocolo a seguir después de un sismo, para verificar que no haya daños estructurales que puedan representar un riesgo en caso de una réplica o de un sismo mayor en el futuro.

Identifica daños estructurales

  1. Verifica las instalaciones de gas, agua y electricidad. Asegúrate de que no haya fugas de ningún tipo, cortos circuitos o cables de luz caídos que puedan ocasionar un incendio.
  2. Abre y cierra todas las puertas y ventanas para identificar que no están atascadas, que rozan o que son difíciles de abrir y cerrar. De ser así, es señal de que hubo un movimiento en la estructura.
  3. Grietas en paredes. Las grietas anchas, diagonales y en las esquinas, de pared a pared y de pared a techo, pueden indicar que la estructura del inmueble se ha movido y son motivo de preocupación. Una grieta menor a 2 mm no es peligrosa, a menos que sea generalizada, es decir, que esté a todo lo largo de un muro. Las grietas de 5 mm a 1 cm se consideran un daño grave que requerirá reparación. En caso de que la grieta sea mayor a 1 cm, se recomienda abandonar el inmueble hasta que sea revisado y reparado por un experto.
  4. Grietas en los cimientos. Las grietas en forma de "V" y las grietas de lado a lado, generalmente se consideran una preocupación mayor que las grietas.
  5. Paredes inclinadas o arqueadas. Desde distintos puntos del inmueble observa si las paredes no tienen daños, que se noten inclinadas u onduladas.
  6. Grietas en expansión. A lo largo de los años, los edificios pueden presentar algunas grietas de movimientos menores, muchas de ellas atribuibles al asentamiento y la expansión de los suelos. Revisa si se incrementó su tamaño o profundidad.
  7. Techo. Aléjate del inmueble, hasta donde puedas apreciar el techo y busca cambios o daños. Míralo desde todos los lados; ¿Es recto?, ¿Se hunde o se arquea en algunos lugares?, ¿Está ondulado?
  8. Paredes exteriores. Al igual que con el techo, párate en cada esquina del inmueble y observa las paredes para identificar algo inusual.
  9. Grietas en el terreno. Durante la inspección en el exterior, revisa que no haya grietas en el terreno, jardín o terrazas.

No ingrese a ningún espacio angosto si hay algún daño notable en el inmueble. Puede hacer una inspección superficial desde el acceso al espacio, pero no te pongas en peligro o en un área donde puedas quedar atrapado o lesionado si ocurre una réplica.

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Solicita la revisión de tu inmueble:

Si detectas agrietamientos, formación de fracturas o pandeos, derrumbe o caída parcial, inclinación de la estructura, desprendimiento de yeso o ruptura de tuberías, haz tu reporte a la Secretaría de Protección Civil de tu localidad.


La importancia de tener el esquema de vacunación completo

Las vacunas infantiles pueden parecer abrumadoras cuando eres un padre primerizo. Y aunque a lo largo de los años las vacunas han generado cierta controversia sobre la seguridad, no se ha encontrado evidencia convincente de daño. Si bien los niños pueden tener una reacción a cualquier vacuna, lo importante es saber que los beneficios superan los posibles efectos secundarios.

¿Por qué generan reacción las vacunas? Una vacuna es una versión debilitada o parte del germen que causa la enfermedad en cuestión. Cuando los niños están expuestos a una enfermedad en forma de vacuna, su sistema inmunológico, que es la máquina de combatir los gérmenes del cuerpo, puede desarrollar anticuerpos que los protege de contraer la enfermedad si están expuestos a la enfermedad real, por ello aparecen síntomas como fiebre leve o malestar general.

En México, el programa de vacunación de la Secretaría de Salud es un beneficio gratuito, y se otorga en todas las instituciones públicas del Sector Salud. Las campañas de vacunación han traído grandes beneficios al país, pues las vacunas no solo protegen a los niños de enfermedades mortales, como la poliomielitis, el tétanos y la difteria, sino que también protegen a otros niños al eliminar o disminuir en gran medida las enfermedades peligrosas que solían transmitirse de un niño a otro.

Seguimiento de las vacunas

La mayoría de las vacunas de los niños se completan entre el nacimiento y los seis años. Muchas vacunas se administran más de una vez, a diferentes edades y en combinaciones. Esto significa que debes mantener un registro cuidadoso de las vacunas de tu hijo.

Aunque la mayoría de los padres e instituciones de salud hacen un buen trabajo al mantener al día el esquema de vacunación de los niños, de acuerdo con la organización civil Save the Children solamente 18.5% de los niños menores a un año cuentan con su esquema de vacunación completo, la cifra más baja registrada en los últimos 20 años.

La OMS destaca también la probabilidad de que hasta 17 millones de niños no recibieron ni una sola vacuna, ya sea por atención deficiente, entornos marginales o el acceso limitado a los servicios básicos de salud.

Entre los primeros cinco países en donde se ha registrado un mayor aumento del número de niños que no han recibido una primera dosis de la vacuna combinada contra la difteria, el tétanos y la tos ferina, se encuentran: India, Pakistán, Indonesia, Filipinas y México.

¿Qué hacer si a tu hijo le falta una vacuna?

A veces se pierde una vacuna cuando un niño está enfermo. No importa cuál sea el motivo, es importante recuperar las vacunas perdidas.

Si tu hijo no recibió una vacuna, no tienes que comenzar de nuevo el esquema de vacunación. Las vacunas anteriores siguen siendo válidas. Además, si por algún motivo tu hijo recibe dosis adicionales de una vacuna, esto tampoco es motivo de preocupación, solo toma en cuenta seguirá necesitando dosis futuras de acuerdo con el esquema de vacunación recomendado por la Secretaría de Salud.

Las vacunas son una de las formas más seguras y efectivas que tenemos para reducir la propagación de enfermedades infecciosas graves, han hecho que muchos padecimientos infantiles peligrosos sean erradicados en la actualidad.

 


¿Los niños felices se convertirán en adultos sanos?

¿Es cierto que criar niños felices los convierte en adultos sanos? La respuesta es sí.

Investigadores de la Universidad de Aix-Marseille en Francia, la Universidad de Chulalongkorn de Tailandia y la Escuela de Economía de París analizaron información sobre más de 10,000 personas nacidas en 1958 y 1970.

Para observar cómo las circunstancias de la infancia influyeron en la felicidad y la vida adulta futura de las personas, el estudio examinó primero la información sobre los antecedentes familiares, el bienestar, la capacidad cognitiva y la conducta durante la infancia y la adolescencia. Luego, se comparó con datos sobre su rendimiento académico, empleo, ingresos, comportamiento, salud y bienestar y estado de pareja, hasta los 50 años para los Baby Boomers y los 42 años para la Generación X.

Los hallazgos revelaron que para ambas generaciones, el bienestar emocional durante la niñez y la adolescencia tuvo el mayor impacto en la satisfacción con la vida futura. El vínculo entre la felicidad infantil y la satisfacción adulta se explica en parte por el hecho de que a los niños felices les suele ir bien en sus carreras y relaciones y experimentan una buena salud física y mental en la edad adulta.

Los niños felices tienen una ventaja inicial en su desarrollo en el aprendizaje y la socialización, con más probabilidades de perseverar en los desafíos y, a la larga, es más probable que termine sus estudios. Por el contrario, el trauma infantil puede limitar la felicidad y el bienestar de un niño, afectando la calidad de su salud física y mental.

Los padres positivos que pueden enseñar a los niños a ser felices son esenciales, al igual que los cuidadores de niños, los maestros y otros miembros de la familia pueden ser modelos a seguir y también pueden guiar o influir en los niños.

Entonces, si bien sabemos que un niño feliz puede convertirse en un adulto feliz, cómo ayudar a que esto suceda.

¿Cómo hacer feliz a un niño en la vida?

  1. En primer lugar, cumplir con la Jerarquía de Necesidades de Maslow. Todos necesitamos lo básico para prosperar. Cosas como casa, comida, ropa, seguridad, amor y la oportunidad de ser fiel a uno mismo representan una mezcla ideal para cultivar un niño feliz.
  2. Los niños también se sienten felices cuando tienen la oportunidad de desafiarse a sí mismos. Progresan y se desarrollan, cayendo y volviendo a levantarse, solo para volver a caer.
  3. ¿Cuántos padres realmente dedican el tiempo a enseñar a los niños cómo relacionarse con los demás? No se necesita mucho. Puedes comenzar animando a los niños a realizar pequeños actos de bondad para generar empatía.
  4. Enséñales a mirar el lado positivo. Los niños a los que se les enseña cómo pensar e interpretar el mundo de manera optimista, son la mitad de propensos a la depresión cuando pasan por la pubertad.
  5. La inteligencia emocional es una habilidad, no un rasgo innato. Pensar que los niños "naturalmente" llegarán a comprender sus propias emociones (y mucho menos las de los demás) no los prepara para el éxito. Ayudar a los niños a identificar lo que sienten y hacerles saber que esos sentimientos están bien, aunque el mal comportamiento no lo esté, los prepara para saber manejar positivamente cualquier emoción.
  6. Enseña autodisciplina, pues es un rasgo que predice el éxito futuro. Sí, es esa famosa prueba de malvavisco. Los niños que resistieron mejor la tentación tuvieron una vida mucho mejor años después y fueron más felices.
  7. Más tiempo de juego. Jugar no es solo perder el tiempo. Es esencial para ayudar a los niños a crecer y aprender.