Los 3 seguros que protegen tu guardería
Tener y operar una guardería viene con mucha responsabilidad. Pues, incluso si operas con la máxima atención y brindas la mejor calidad en los servicios, puede ocurrir un imprevisto, un accidente, o una lesión. ¿Tu negocio está protegido con las coberturas correctas?
Los tres seguros que necesitas tener
1. Responsabilidad Civil
Contratar una póliza de responsabilidad civil para tu guardería o estancia infantil es un requisito indispensable. Sin embargo, más allá de tomarlo como una imposición para poder operar, es importante que conozcas sus beneficios y alcances.
- Pago de indemnización que, como asegurado, debas a un tercero a consecuencia de un hecho realizado sin dolo. Los daños cubiertos están relacionados con las actividades de guarda, custodia, alimentación, cuidado de la salud y recreación de menores de 43 días de nacidos y hasta los 6 años de edad:
o Lesiones corporales
o Enfermedad
o Muerte
o Deterioro o destrucción de bienes de terceros
o Perjuicios
- Defensa jurídica. Esta póliza también te ofrece asesoría judicial y extrajudicial. Análisis de reclamaciones de terceros. Entrega de cauciones. Pago de prima de fianzas.
2. Inmuebles
¿Te has puesto a pensar que los mismos riesgos que hay en una casa, los puedes tener en tu guardería o estancia infantil? Por ejemplo:
- Daños ocasionados por causas naturales como: incendios, rayos, inundaciones, huracanes, terremotos y erupción volcánica.
- Daños ocasionados por accidentes domésticos como: explosión e incendio.
- Daños ocasionados por delincuencia como robo y asalto dentro y fuera del inmueble.
- Todo el equipo y mobiliario de tu guardería está protegido con este seguro.
Frente a todo esto, un seguro de inmuebles te protege.
Beneficios adicionales
Además, podemos respaldarte con asistencia de plomería, cerrajería, instalaciones de gas y de luz, reposición de cristales, remoción de escombros; así como cambio de combinación de cerraduras, traslado en ambulancia y atención médica.
3. Seguro paramétrico de huracanes y sismos
Las pólizas paramétricas son un seguro que cubre la probabilidad de que ocurra un desastre natural, en lugar de indemnizar la pérdida real. Son recomendables para aquellos negocios ubicados en zonas de alto riesgo como playas, zonas sísmicas o de inundaciones.
La cobertura se activa si se cumplen o exceden los parámetros de evento predefinidos, medidos por un índice relacionado con el riesgo. Por ejemplo, en un terremoto o un huracán, el parámetro o índice es la magnitud o la velocidad del viento respectivamente.
Algo importante que debes de saber es que el seguro paramétrico no está diseñado para reemplazar al de inmuebles, sino para complementarlo y protegerte de un riesgo de manera integral.
Por ejemplo, un seguro paramétrico cubre aspectos como la interrupción del negocio aún si no hubiera daños devastadores en el inmueble. Imagina que tu guardería está en una zona de playa. Debido a un huracán se colapsó el sistema de energía, tu inmueble no tuvo daños, pero no puedes operar sin luz. Tus pérdidas por inactividad no se pueden cubrir por un seguro tradicional, pero si el huracán en cuestión fue de la categoría que tu póliza paramétrica cubre, recibes la indemnización.
Este tipo de coberturas también reduce la complejidad del proceso de análisis de pérdidas con el ajustador. Pues mientras el evento haya sido de la magnitud asegurada, recibes el pago. Por lo tanto, el seguro paramétrico brinda beneficios en cuanto a liquidez y velocidad de pago.
Beneficios de las pólizas de GMX Seguros
Nuestro equipo especializado en detección de riesgos te apoyará a identificar las zonas de riesgo de accidentes de tu guardería. Revisarán juntos cada rincón, instalaciones y mobiliario para detectar las áreas de mejora y así poder disminuir al máximo los accidentes.
Ahora que conoces los beneficios que te ofrece cada cobertura, para proteger tu negocio puedes definir tu estrategia de acuerdo a la naturaleza de tus riesgos.
Cómo hablar con los niños sobre el bullying
Algunos padres no saben por dónde empezar para proteger a sus hijos del acoso escolar y la violencia. Otros pueden no saber si sus hijos son víctimas, espectadores o incluso acosadores.
El bullying puede tener consecuencias dañinas para los niños. Además de los efectos físicos, los niños pueden experimentar problemas de salud mental y emocional, como depresión y ansiedad.
Ser acosado en la infancia puede tener efectos negativos duraderos. Ya sea que su hijo sea la víctima, el testigo o el culpable del acoso, es importante tener un diálogo abierto sobre los comportamientos dañinos y destructivos para prevenirlos.
Si bien las conversaciones sobre el acoso son necesarias, puede ser un desafío saber qué tan temprano debe presentarse el tema a los niños. Finalmente, el objetivo no es que los niños sientan miedo de ir a la escuela u otros lugares públicos donde puedan encontrarse con un acosador; pero, al mismo tiempo para enseñar a los niños a manejar el acoso, necesitan saber lo que significa.
Si te sientes abrumado acerca de cuándo y cómo hablar con un niño sobre el acoso escolar, esto es lo que necesitas saber sobre los conceptos básicos.
¿Qué es bullying?
De acuerdo con la iniciativa Prevent Bullying del Education Development Center, es una forma de abuso emocional o físico que tiene tres características definitorias.
- Intencional: un acosador tiene la intención de lastimar a alguien.
- Repetido: un acosador a menudo se dirige a la misma víctima constantemente.
- Desequilibrio de poder: un acosador seleccionará a las víctimas en función de quiénes perciba como vulnerables. Esto puede basarse en características sociales o físicas.
¿A qué edad comienza el bullying?
Según los expertos, puede aparecer por primera vez en la primera infancia, con niños de tan solo tres años que se involucran en conductas hirientes. En entornos de la primera infancia, como guarderías, preescolares, grupos de atención domiciliaria, grupos de juego y aulas de jardín de niños, la agresión y el acoso se desarrollan de manera específica según la edad.
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Los niños pequeños (de 2 a 4 años) pueden comenzar a usar comportamientos agresivos o de intimidación temprana para defender sus posesiones, territorio y amistades, mientras que los niños mayores (de 4 a 6 años) comienzan a usar comportamientos maliciosos y relacionados con la intimidación para amenazar o intimidar a otros niños.
El bullying puede ser un problema grave en el kínder o la escuela primaria, pues los niños todavía están aprendiendo a desarrollar sus habilidades sociales, regulación emocional y habilidades para resolver problemas durante este tiempo.
¿Cómo hablar con niños pequeños sobre el bullying?
Comienza explicándoles que la intimidación puede presentarse de muchas formas. Por ejemplo, cuando alguien se burla, insulta o amenaza repetidamente a otro niño para que se sienta avergonzado, es un acosador. Asegúrate de que tu hijo sepa que la intimidación también incluye lastimar físicamente a alguien.
Es recomendable que los padres mantengan la comunicación abierta preguntándoles a los niños qué consideran que es acoso, además de preguntas como: ¿Qué está pasando en la escuela? ¿Cómo son las cosas en el salón, ¿Qué hace en el recreo?
Los padres también pueden ayudar compartiendo estrategias saludables para responder a la intimidación, como alejarse de la situación y hablar con un adulto de confianza sobre lo que sucedió.
Una de las formas más importantes en que los padres pueden prevenir el acoso es animar a sus hijos a defender activamente a alguien que está siendo acosado. Cuando los niños son testigos de la intimidación y de que no se hace nada, reciben el mensaje de que se tolerará el comportamiento dañino y destructivo hacia otra persona.
Frenar el bullying es una responsabilidad que empieza en casa. Como padres, tomen parte activa en la solución de este problema que, tan solo de 2020 a 2021 afectó a 180,000 niños.
El autismo y la inclusión en la guardería
Apoyar a los niños con autismo en la primera infancia, que abarca desde el nacimiento hasta los ocho años de edad, puede empoderarlos para desarrollar habilidades vitales que durarán toda la vida.
El espectro autista o autismo, es un trastorno del desarrollo que afecta las habilidades sociales, el lenguaje y la comunicación, las sensibilidades sensoriales y los comportamientos rígidos o repetitivos. Además, cada niño puede presentarlo de manera diferente y por lo tanto, puede requerir diferentes apoyos.
Si bien el autismo es una afección de por vida, existen estrategias que pueden ayudar a desarrollar las habilidades de regulación de las emociones, la comunicación, las habilidades sociales y la independencia de un niño para que puedan alcanzar su máximo potencial.
Recuerda que juegas un papel importante en la vida de los niños y sus familias, pues las guarderías son un espacio vital para apoyar a los pequeños en el aprendizaje y nadie debe ser excluido.
Te compartimos algunos consejos que pueden ser útiles para que tu guardería o estancia infantil tenga un ambiente inclusivo.
- Divide las tareas en pasos sencillos
Los niños autistas pueden tener dificultades para planificar, organizar y completar tareas; esto se conoce como habilidades de funciones ejecutivas. Para ayudar a los niños con autismo en la primera infancia a planificar tareas, se recomienda dividir los pasos y no dar demasiada información a la vez. Hacer que el niño repita las instrucciones puede ayudar a saber que ha escuchado y entendido los pasos.
Enseñar las instrucciones con una canción es una buena idea, así el niño puede recordar qué debe hacer. Otra estrategia es usar listas de verificación con imágenes donde puedan verificar fácilmente el paso que están haciendo y marcar cuando lo completen.
- Tener áreas sensoriales bajas
La estimulación sensorial como luces brillantes, ruido constante o multitudes, pueden desencadenar una sensación de estar abrumado. También el “ruido visual” del aula, es decir, demasiados carteles o desorden pueden resultar agobiante.
Cuando un niño con autismo está abrumado, tendrá dificultades para aprender y podrá sentirse inseguro. Para contener esos momentos, será útil preparar un espacio en el salón de clases que pueda convertirse en una zona segura.
En este espacio, que puede ser al final del aula, trata de usar poca iluminación y coloca una manta pesada y audífonos para reducir el ruido. Es importante que los niños vean este espacio como un área de calma y no como castigo o aislamiento. La idea es que ellos mismos, al sentirse incómodos vayan a su espacio seguro.
- Ayúdalos a identificar sus emociones y comportamientos
Las emociones fuertes como estar enojado, frustrado o incluso demasiado emocionado pueden asustar a un niño autista si no comprende lo que le está sucediendo. Una técnica efectiva es observar su apariencia, identificar la emoción que está teniendo y darle una estrategia.
Por ejemplo, “Miguel, veo que estás enojado porque tienes los puños apretados y tu cara está roja. ¿Quieres practicar la respiración larga o tomar un descanso? Cuanto más practiques esto, más probable es que el niño comience a reconocer sus propias emociones y comience a decirte la estrategia que le gustaría usar.
- Usa imágenes
Las imágenes mejoran la comunicación y las habilidades verbales y pueden ser muy efectivas en la primera infancia para apoyar a los niños con autismo.
Por ejemplo, imágenes de entrenamiento para ir al baño se pueden usar para recordar a los niños cada paso, o imágenes de regulación de emociones para recordarles sus estrategias tranquilizadoras. Además, las imágenes en un salón de clases no solo ayudan a las personas con necesidades especiales, sino a todos.
- Tomar un descanso
Algunos niños autistas trabajan mejor cuando pueden hacer una pausa entre tareas y tomar algún tipo de descanso (caminar, estirarse o simplemente dejar de trabajar). Estos descansos pueden durar unos pocos minutos. Algunos necesitarán caminar de un lado a otro del pasillo, otros estarán bien si se les permite deambular por el salón de clases. Mantén flexibilidad.
Contener y apoyar a niños con alguna discapacidad es un trabajo en equipo. Entre otros padres, terapeutas y maestros hay una gran cantidad de conocimientos sobre diferentes estrategias y más opciones de soporte.
Puede ser un desafío interactuar con un niño autista, pero es una de las cosas más importantes que puedes hacer para ayudar a ese niño a aprender.
Cómo proteger tu guardería de inundaciones
El Servicio Meteorológico Nacional, (SMN), ha pronosticado que la temporada de lluvias 2022 iniciará en el mes de abril y podría durar alrededor de seis meses, hasta septiembre-octubre.
Saber si tu guardería se encuentra en una zona de riesgo de inundación puede ayudarte a preparar tus instalaciones para minimizar los daños. De acuerdo con Oxfam México, debido a su posición demográfica o situación económica, en esa lista de vulnerabilidad ante posibles fenómenos naturales se encuentran los siguientes estados: Chiapas, Ciudad de México, Estado de México, Jalisco, Michoacán, Nuevo León, Quintana Roo, Oaxaca, Guerrero, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz, Campeche y Yucatán.
Si te encuentras en un área vulnerable, debes elaborar un plan de emergencia que todo el personal debe conocer, para que tengan claro cómo actuar en caso de una inundación. Te compartimos algunas recomendaciones para elaborar tu plan de contingencia.
Qué debes hacer antes de una inundación
- Considera hacer modificaciones en tus instalaciones para minimizar el impacto por futuras inundaciones. Eleva los tomacorrientes a una altura de 1.20 m. Aplica impermeabilizante.
- Contrata un seguro de daños. Como propietario de un negocio debes saber que los eventos meteorológicos graves pueden tener un efecto desastroso en el funcionamiento de tu entorno y en la forma en que operas. La construcción, el contenido y la interrupción del negocio tienen que estar protegidos. Contáctanos para conocer cómo te protege nuestro seguro de inmuebles puede proteger tu patrimonio.
- Cortar los suministros de gas, electricidad y agua.
- Desenchufar todos los artículos eléctricos y guárdalos en un lugar alto o si es posible en un piso superior, ponlos sobre alguna plataforma.
- Pon la tapa en los inodoros, coladeras, fregaderos y lavabos y coloca algo pesado encima para evitar que el agua entre por las tuberías de desagüe.
- Guarda todos los documentos importantes en una bolsa de plástico hermética en un lugar alto y seguro.
- Mueve tantos muebles y equipos como sea posible a los pisos superiores, particularmente artículos de alto valor o aquellos más susceptibles a daños por el agua. Si no se pueden mover los artículos, aléjalos de la pared, esto acelerará los tiempos de secado en caso de que se mojen.
Qué debes hacer después de una inundación
- No manipules aparatos eléctricos que estén o puedan haber sufrido daños por agua.
- Es importante que antes de reactivar la energía eléctrica y el gas en tu guardería, un profesional revise ambas instalaciones y corrobore que no tienen daños.
- En caso de daños, toma fotos y haz una lista detallada de los artículos afectados, para ayudar a tu aseguradora.
- Usa ropa y guantes apropiados cuando manipules algo que haya sido contaminado por el agua de la inundación; generalmente contiene aguas residuales, así que toma precauciones de higiene.
- Tira a la basura cualquier alimento que estuvo en contacto con el agua de lluvia, estancada o brisa, producto de un huracán o inundación, así como los alimentos perecederos . Si encuentra latas cerradas que estuvieron en contacto con el agua, retira la etiqueta de papel, lávalas y sumérgelas un momento en una solución agua con cloro.
- Antes de retomar actividades, friega las superficies con agua caliente y un limpiador de alta resistencia. Luego, desinfecta con una solución de 1/4 taza de cloro por 4 litros de agua o un producto que esté etiquetado como desinfectante para matar gérmenes. Usa ropa protectora mientras limpias tu guardería, para reducir el riesgo de infección.