¿Por qué los niños tienen accidentes?
¿Por qué Los NIÑOS tienen accidentes?
Los niños son vulnerables a accidentes como caídas, resbalones y tropezones, debido a que constantemente están distraídos en sus propios intereses y se vuelven ajenos a su entorno. Además, no son conscientes de las consecuencias de muchas situaciones nuevas que enfrentan a diario. Por ejemplo, jugar rudo, subir o bajar escaleras o brincar.
El grupo de mayor riesgo son los niños menores de cuatro años, que tienen la mayor cantidad de accidentes, principalmente de quemaduras y escaldaduras, así como intoxicaciones y accidentes por ingestión. Además, hay datos que demuestran que los varones tienen más probabilidades de tener accidentes que las niñas.
¿Por qué tienen accidentes?
Aquí algunos motivos que contribuyen a que los niños tengan un mayor número de accidentes:
Baja estatura
Esto evita que un niño vea por encima de un obstáculo, o sea visto por un adulto.
Curiosidad
La curiosidad y el espíritu de aventura pueden llevar al niño al peligro. Cuando un niño corre - o gatea -, se abre la posibilidad de diversos accidentes. Un grupo de niños curiosos, desesperados por explorar el mundo, requieren de vigilancia constante y un trabajo previo de prevención que aminore los riesgos de accidentes.
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Juego rudo
Los niños son particularmente propensos a ir al límite de sus habilidades, especialmente entre amigos. Muchos accidentes son causados por juegos bruscos que implican empujar y luchar.
Estrés
Las tensiones en el hogar y los trastornos emocionales causados por el temperamento, los celos y la excitación excesiva pueden hacer que un niño corra ciegamente al peligro. Incluso podría hacerlo de manera consciente para buscar atención.
Inexperiencia
La interpretación de una situación por parte de un niño puede ser inadecuada, por ello, los adultos a cargo de los pequeños deben ser conscientes de no esperar demasiado de ellos. A temprana edad, están explorando y conociendo sus limitaciones y los riesgos de situaciones como correr en piso mojado, acercarse a recipientes con líquidos calientes, correr sin mirar al frente, bajar las escaleras corriendo, y muchas otras situaciones.
Supervisión inadecuada
Los niños necesitan supervisión constante. Los medicamentos, las píldoras y las sustancias tóxicas deben guardarse bajo llave.
Toma en cuenta que la mayor cantidad de accidentes ocurren en el área de juegos y en el comedor, pero los más graves suceden en la cocina y en las escaleras. Supervisa constantemente que no existan factores de riesgo en estas zonas, por ejemplo, baldosas sueltas o rotas, estantería que pueda ser jalada por los pequeños o la falta de una reja que obstruya el paso a las escaleras.
Fuente: Royal Society for the Prevention of Accidents
12 buenas prácticas en la preparación de alimentos
12 buenas prácticas en la preparación de alimentos
No pierdas de vista que tu guardería o estancia infantil está sujeta a inspecciones periódicas que evalúan distintos aspectos de tu operación diaria. Por ejemplo, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), verifica las prácticas de manipulación de los alimentos.
En días recientes, una inspección de este organismo suspendió labores en seis guarderías de Culiacán, cuatro de ellas ya atendieron las observaciones y dos cerraron definitivamente. Evita que esto ocurra en tu negocio. Te sugerimos algunas buenas prácticas para que tengas un manejo de alimentos impecable.
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Cuidados en la cocina
La comida es un foco de propagación de enfermedades. Los empleados que han estado enfermos recientemente y manipulan alimentos, pueden contaminar sin saberlo.
Es importante recordar que las enfermedades transmitidas por los alimentos pueden ocurrir en cualquier época del año.
Los productos alimenticios pueden ser mal manipulados en cualquier parte de la cadena de producción. En guarderías y estancias infantiles, la seguridad de los alimentos es responsabilidad de todos, no solo del personal de cocina
Recuerda que debido a que todo el personal puede entrar en contacto con la comida, deben estar familiarizados con las
prácticas seguras de manipulación de alimentos.
Reglas de preparación
- El primer paso es tener alimentos limpios. Lava todas las frutas y verduras crudas antes de usarlas
- Mantén las proteínas congeladas mientras no estén en uso
- Lava y desinfecta todas las tablas de cortar, cuchillos y cortadoras eléctricas. Sobre todo, después del contacto con carnes crudas o cocidas
- Refrigera en recipientes poco profundos cualquier alimento cocinado
- Verifica que en el refrigerador exista una adecuada circulación de aire
- Nunca sirvas comida si tienes dudas de su estado de conservación
- La higiene en el personal de preparación y servicio es fundamental. Deben lavarse las manos al llegar a trabajar y siempre después de manipular carne cruda, estornudar, usar pañuelos y pasar al sanitario.
- Deben tener el cabello recogido, usar cubrebocas y tener las uñas de las manos cortas y limpias
- Los empleados con cortaduras o quemaduras en manos o brazos deben estar fuera del área de preparación y servicio de alimentos
- Mantén todas las superficies de trabajo limpias y organizadas
- Usa equipo limpio para preparar, cocinar y servir alimentos
- Evita tocar la comida tanto como sea posible. Usa los utensilios adecuados
Sigue estas recomendaciones para minimizar los riesgos por intoxicación alimentaria.
Cómo actuar ante las mordidas
Cómo actuar ante las mordidas
Las mordidas son comunes en la primera infancia, y aunque morder podría ser una etapa más por superar, no siempre es el caso. Existen maneras de llegar al fondo del hábito de un “mordelón” y cómo poder ayudarlo a erradicar este mal hábito.
Los bebés y los niños pequeños muerden por diversos motivos, como la salida de los dientes o el deseo de explorar un juguete con la boca. A medida que comienzan a comprender la relación entre la causa y el efecto, también pueden llegar a morder a una persona para ver si logran obtener una reacción.
Para los niños, las mordidas también son una forma de llamar la atención o de expresar cómo se sienten. La frustración, el enojo y el miedo son emociones fuertes y los niños pequeños no tienen un dominio del lenguaje que les permita enfrentarlas.
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Las mordidas son un poco más comunes en los varones, y suelen ocurrir con más frecuencia cuando tienen entre uno y dos años de edad. A medida que mejora el dominio del lenguaje, las mordidas disminuyen.
Cómo evitar las mordidas
Sigue estos pasos inmediatamente después de que ocurre la mordida:
- Enfrente al niño diciéndole que eso no se hace, pues lastima a sus compañeros. Usa una frase sencilla para que el niño la comprenda.
- Consuela a la víctima. Si hay una lesión, limpia la zona con agua y jabón.
- Si es necesario, también consuela al niño que mordió. Con frecuencia, los pequeños no se dan cuenta de que las mordidas lastiman. No hay problema en consolar a un niño que se sienta angustiado por haber lastimado a alguien.
- Platica con el niño para conocer las razones que lo llevan a morder a sus compañeros.
- Cuando todo se haya calmado, explica al niño que hay frases alternativas a las mordidas, como: "no", "basta" y "eso es mío".
- Debes dar aviso a los padres de ambos niños la situación que ocurre, para que en casa también haya reforzamiento del cambio de conducta.
- A esta edad, distraer a los niños logra maravillas. Si el nivel de emociones y de energía está muy elevado o si el niño está aburrido, pon su atención en una actividad más positiva, como bailar, pintar o jugar.
- Hazle notar cuando no muerde y está jugando adecuadamente.
Fuente: American Psychological Association y KidsHealth